El Cádiz resurge a costa de un Zaragoza muy gris
Con este resultado, el submarino amarillo se coloca en la cuarta posición, desplazando justamente a su rival de hoy, que se pone quinto.
Decididamente, el Cádiz le tiene tomada la medida al Real Zaragoza. Le ganó en la primera vuelta en La Romareda (0-2) y anoche, liderado por un espléndido Álvaro García, volvió a derrotarle en el Ramón de Carranza por idéntico resultado, desplazándole de paso de la cuarta posición del playoff. El Zaragoza queda ahora quinto, con sólo un punto de margen sobre sus perseguidores, aunque con dos encuentros consecutivos en casa, donde acostumbra a ofrecer su mejor versión.
Como en el partido de la primera vuelta, el equipo aragonés tuvo que jugar muchos minutos en inferioridad, en este caso por la rigurosa expulsión de Delmás en el minuto 65, pero lo cierto es que el Cádiz tuvo casi siempre el duelo bajo su control y, sobre todo, aprovechó sus ocasiones. Apenas concedió en defensa y fue muy certero en ataque.
El conjunto de Álvaro Cervera acumulaba siete jornadas sin ganar, pero logró sobreponerse a la importante ausencia de Salvi, uno de sus famosos puñales, para conseguir una importante victoria que le coloca otra vez en una posición de privilegio para encarar la recta final del campeonato.
Álvaro García, la otra de las reconocidas balas amarillas, fue duda hasta última hora, pero se dejó notar desde el mismo inicio del partido, percutiendo una y otra vez por la banda izquierda como una centella y exigiendo al máximo a Delmás. Y así, a los seis minutos, el extremo zurdo sirvió el 1-0 con un gran pase retrasado a Barral, que el delantero finalizó de forma espléndida a la media vuelta desde dentro del área.
El Cádiz piso entonces el acelerador, le metió una marcha más al partido y ahogó con su presión a un Zaragoza sin nervio y sin capacidad de respuesta. Ni Eguaras, ni Febas, ni Javi Ros, los encargados de generar fútbol de ataque, acertaron a salir del agobio y el equipo aragonés fue absolutamente inofensivo durante media hora.
Sólo en el tramo final de la primera mitad despertó el Zaragoza, pero en gran media por el repliegue intencionado del Cádiz, que le cedió el control y varios metros y se encomendó al contragolpe para ahorrar energías hasta el descanso.
El equipo de Álvaro Cervera volvió del descanso como un cohete, intentando repetir el plan de la primera parte, pero se encontró un Zaragoza bastante más entonado, que salió airoso de la presión y amenazó muy pronto con un lejano obús de Javi Ros que puso en serios apuros a Cifuentes.
A media hora del final, Natxo González dio entrada de golpe a Raúl Guti y a Buff para buscar decididamente el empate, pero casi de inmediato llegaron la expulsión de Delmás por una rigurosísima segunda tarjeta amarilla y, acto seguido, el segundo gol amarillo, obra de Álvaro García, el gran protagonista de la noche. El extremo aprovechó la ausencia de Delmás para colarse como un bólido por la banda y batir a Cristian Álvarez por debajo de sus piernas. El 2-0 hizo estallar de júbilo al Carranza y acabó de enterrar las ilusiones de un Zaragoza que estuvo siempre a remolque y que todavía tendrá que hacer muchos méritos para conseguir una plaza en la promoción.
