Semana clave para conocer al nuevo entrenador de la Real

La Real Sociedad entra en una semana clave para conocer quién será su nuevo entrenador la próxima temporada. Porque Roberto Olabe, director de fútbol del club donostiarra, aseguró el día de su Presentación que su idea era tener a su candidato ya cerrado para antes de que terminara la presente campaña. Y tan sólo queda una semana para que termine LaLiga. Así que si quiere cumplir los plazos que tenía previstos, deberá acelerar las gestiones que la Real tiene abiertas para poder hacer oficial al nuevo técnico de la reconstrucción del proyecto en el equipo txuri-urdin.

Olabe tiene dos negociaciones abiertas para ser el entrenador de la Real la temporada que viene. Hay más alternativas que maneja el vitoriano, pero sobre todo está centrado en dos, con una de forma prioritaria. Se trata de Unai Emery, con el que tratan de llegar a un acuerdo, pero las diferencias económicas son todavía difíciles de salvar, por lo que se trata de una opción compleja cuyo desenlace no se ve del todo claro. El hondarribitarra tiene posibilidades, a priori, más atractivas desde el punto de vista deportivo y económico en el fútbol europeo, y eso lo hace todo todavía más difícil, pero en la Real se está dispuesto a hacer un esfuerzo para terminar de convencerle. Es verdad que las posturas se han acercado en los últimos días, pero el acuerdo no está cerca de concretarse.

Es por eso que la Real en las últimas horas ha intensificado las conversaciones para conocer las exigencias de Asier Garitano para ser el entrenador del equipo realista la próxima temporada. Su paso por Anoeta con el Leganés también sirvió para saber de primera mano sus ganas de ponerse al frente de la nave txuri-urdin. Es un entrenador del gusto de gran parte del Consejo de Administración, que valora su alternativa en caso de que termine marchándose al traste la opción de Emery. Los contactos son fluidos, y Garitano ya sabe lo que le puede ofrecer la Real para ficharle, mientras que en las oficinas de Anoeta son conscientes de lo que pediría el de Bergara para poder firmar.