BETIS-SEVILLA

Betis-Sevilla: un 'biscotto' que conviene, pero es inconcebible

El empate da para el objetivo de unos y otros pero el Getafe, que necesita una derrota sevillista, no debe temer pasteleo en el derbi.

Betis y Sevilla, antes de un derbi en el Villamarín.
MIGUEL ANGEL MORENATTI
José A. Espina
Jefe de Sección de Diario AS en Andalucía. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla. Pegando teclazos desde 1998, durante toda una década en Madrid (2000-2010). Sevilla, Betis, Selección española y lo que se ponga por delante. Loco por el fútbol, guarda un poco de esa pasión para su otro deporte favorito, el tenis.
Actualizado a

Desde el punto de vista práctico el empate conviene a priori a los dos contendientes del derbi sevillano. Igualar basta al Betis para amarrar la quinta o sexta plaza y clasificarse así directamente a la fase de grupos de la Europa League. Ganar no asegura al Sevilla subir del séptimo puesto (tres previas debería jugar) que ocupa: pero un punto le permitiría seguir dependiendo de sí mismo para mantener ese lugar en la última jornada, haga lo que haga el Getafe ante el Atlético de Madrid, a la misma hora (18:30) este sábado.

Pero los azulones, a los que cualquier cosa que no sea una derrota sevillista deja prácticamente fuera de la lucha continental, pueden andar tranquilos: si el Betis tiene una mínima posibilidad dejará sin Europa a su eterno rival y lo mismo ocurre con los nervionenses: si ven un resquicio trararán de mandar a las previas de agosto al equipo verdiblanco y, por supuesto, quedar por encima de ellos en la tabla.

Noticias relacionadas

En el partido final el Sevilla recibe en Nervión a un Alavés ya salvado y se supone que en chanclas desde hace algunas semanas. Caparrós conoce las cuentas y es probable que especule con el resultado, pues sin alegrías ofensivas le ha ido bien ante la Real Sociedad y, sobre todo, el Real Madrid. El Betis de Setién es un equipo mucho más arropado desde que juega con cinco defensas y tampoco se inmola en ataque como antaño... Pero el biscotto en el derbi sevillano es una utopía. No hay posibilidad de pasteleo en un partido de tan tremendo contenido sentimental, con tanto corazón alrededor de él. La grada, en un Villamarín repleto y con unos 2.000 sevillistas en al zona visitante, apretará siempre hacia adelante.

El cainismo se impone, son más de 100 años así. Sólo es posible que con el paso de los minutos, si permanece en el empate y por el miedo a perder, las dos aficiones acaben dando por bueno el empate y rebajen la tensión. Ha pasado también en muchos derbis donde ni siquiera había asuntos clasificatorios en juego y perder no supone tanto (sobre todo, en el caso del Sevilla) como en esta ocasión.

Te recomendamos en LaLiga EA Sports

Productos recomendados