1x1 del Málaga: Rosales, el gran señalado en otro desastre

Andrés Prieto: Amargo regreso a la titularidad. No tuvo una responsabilidad excesiva en los tres goles que encajó, aunque sí se mantuvo seguro en el resto de apariciones que tuvo en el encuentro. 

Rosales: Señalado y castigado duramente por la grada. Su garrafal error ante el Betis y su pésima temporada le pasan factura a los ojos de la afición, que no paró de pitarle en todo el choque. 

Luis Hernández: Cometió algún error en la salida de balón y estuvo en la línea defensiva de todo el equipo, excesivamente blando. 

Ignasi Miquel: Quedó en evidencia en la acción del 0-2. Demirovic le ganó la espalda con facilidad. Suspenso. 

Diego González: Ocupó el lateral izquierdo de la zaga. El 0-1 se originó en su banda. Sin noticias suyas en ataque salvo un remate que desvió a córner Pacheco en los minutos finales. 

Lestienne: Manu García le ganó la partida en la jugada del 0-1. Dejó de manifiesto que sus virtudes defensivas son escasas. En ataque se ofreció siempre, aunque con poco acierto. 

Lacen: Su voluntad es innegable, pero le cuesta mantener el ritmo e imponerse en la medular. Estos meses en el Málaga le están viniendo grandes. 

Adrián: Muy lejos de su mejor nivel. Aporta criterio en el doble pivote, pero su influencia en el juego y su jerarquía son discutibles. Muy poco consistente en tareas defensivas. 

Rolan: Muy desdibujado. Por debajo del nivel que había mostrado en los últimos encuentros. Excesivamente blando con Ibai en el 0-3. 

En Nesyri: Se ofreció siempre y estuvo, como en él es habitual, muy voluntarioso. Acusó la poca inoperancia ofensiva del equipo. 

Ideye: Con 0-1 se encontró un balón a un metro de la portería, pero no acertó a embocarlo. Por lo demás, ni rastro del nigeriano, que sigue tirando oportunidades por el sumidero. 

Borja Bastón: Entró en el descanso por Ideye y su única aparición llegó en el descuento, cuando falló un mano a mano ante Pacheco. Un partido más, intrascendente. Acabó silbado. 

Iturra: Suplió a Lacen y fue engullido por el nivel mediocre de todo el equipo. Lejos de su mejor versión. 

Bueno: Jugó los minutos finales y rozó el gol en la última jugada del partido tras una buena acción de Lestienne.