La acción de Rastar pasa de 21 a 5 euros en tan solo 28 meses
La caída coincide con la compra del club y cambia la prioridad de Chen, que espera recuperar los 65 millones que prestó en su día.
Rastar Group no atraviesa sus mejores horas. Desde que la empresa china, que es propietaria del Espanyol y que está en manos del presidente, Chen Yansheng, se hiciera cargo del club blanquiazul en enero de 2016, sus acciones han caído de 21 euros a los cinco con los que cerraba este viernes la bolsa china. Una pérdida de valor de algo más del 76% en dos años y medio, un problema estructural que no tiene que ver tangencialmente con el Espanyol, sino con los distintos negocios de Chen y con su valor en el mercado, según fuentes consultadas.
Pese a ello, la caída de sus acciones ha trazado una línea descendente que ha coincidido en el tiempo con su apuesta por el Espanyol y su gasto de más de 140 millones de euros en comprar las acciones y tapar la deuda mediante créditos. En junio de 2016 el valor en bolsa de la acción era de 14 euros, mientras que en enero de 2017 cayó a los 9,88, por 5,75 del comienzo de este 2018. El valor se ha estabilizado en los cinco puntos, aunque ligeramente sigue cayendo mes a mes, sin haber tocado aún fondo.
Al margen de las recomendaciones (según otras fuentes prohibiciones) del gobierno chino a no invertir en los considerados sectores de riesgo, entre ellos el fútbol, la situación de Rastar no es la misma que cuando compró el club, por lo que también obliga a cambiar las prioridades y los planes de Chen, quien la próxima semana regresará a Barcelona, lejos su Espanyol de su objetivo.
La prioridad del presidente es recuperar poco a poco los 65 millones que ha prestado al club en concepto de crédito. El Espanyol solamente está pagando los intereses, mientras que el capital lo irá devolviendo cuando el presidente crea conveniente gracias a las ventas de jugadores o a los ingresos extraordinarios que consiga en otras parcelas. En este mercado de verano, sin ir más lejos, el club no destinará dinero a fichajes (como ocurrió en el pasado) si este no sale de las ventas.
Las últimas decisiones del presidente también han ido en la línea de controlar el gasto y de recuperar la inversión. Así se entiende el regreso de Óscar Perarnau como director general deportivo y el fichaje como director general de Roger Guasch, hombre de confianza del vicepresidente Alfred Roussad, llamado a minimizar costes sin perder potencial y crear nuevas oportunidades de mercado.
La idea de Chen era mejorar con la compra del Espanyol su posición en China, y no la de crear nuevos mercados en Europa, por eso la creación del RCDE Asia. La demora en la creación de una escuela de fútbol en el país asiático, la marcha del equipo sin entrar en Europa o en la ansiada Champions y las dificultades para que aterrice en el club un jugador chino que pueda jugar en el primer equipo son también un hándicap al crecimiento económico desde China.
La caída bursátil de Rastar, el frenazo a la política china y los impedimentos de un deporte tan particular como el fútbol han también restado ilusión al presidente, cuyo hándicap de dirigir la entidad a miles de kilómetros de distancia es otra piedra en el camino.