La foto del 5-0 de 2010 se apaga
Con la marcha de Iniesta, la próxima temporada sólo quedarán tres supervivientes de la obra maestra del Barça de la última década: Messi, Busquets y Piqué.
Pese a que el Barça ganó los seis títulos en el año 2009, existe la sensación de que la cima futbolística del club se tocó en la temporada 2010-11, concretamente en el 5-0 ante el Madrid y en la final de Wembley ante el Manchester United. Ese Barça, el de hace siete años, va perdiendo caras. El inminente adiós de Iniesta permite echar un vistazo a aquel once del 5-0, jugado el 29 de noviembre. Víctor Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Busquets, Iniesta, Xavi (Keita); Villa (Bojan), Pedro (Jeffren) y Messi. Xavi, Pedro, Villa, con dos goles, y Jeffren, fueron los goleadores en una noche memorable.
Pero de aquella foto sólo quedarán tres jugadores la próxima temporada (Piqué, Busquets y Messi). Se fueron estrellas como Alves o Villa pero, especialmente, lo que preocupa dentro del club y en el socio es el goteo de canteranos que por una cosa u otra se han marchado y tienen difícil recambio. Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta o Pedro formaron parte del núcleo duro de un equipo. No sólo aportaban, obvio, magia en el césped. También sentimiento de pertenencia y un puñado de valores sin los que es imposible entender al Barça de esta década plagada de títulos.
Guardiola, constructor fundamental de aquella idea, especialmente representada en la confianza que tuvo en dos desconocidos como Busquets y Pedro (el resto estaban consolidados) consideraba fundamental rodear a Messi de un entorno perfecto y eso incluía un entorno de culés desde la infancia que convirtieron el vestuario en una piña. Busquets y Pedro aterrizaron en la primera plantilla en la temporada 2009-10 y eran indiscutibles en la 10-11. El centrocampista ganó en la carrera al mismo Yaya Touré y el canario ‘jubiló’ a Henry
El Barça sólo ha metido ADN Barça en los últimos años con el regreso de Alba y la voluntad de Sergi Roberto. Pero, por el camino, además del adiós de Pedro, fueron dolorosos los de Thiago y Bartra, jugadores que habían dado todos los pasos para ser sucesores de los actuales y que, ante la falta de minutos y lo que ellos consideraban poca fe de la cúpula del club, volaron a la Bundesliga como este mismo año han hecho Deulofeu y Rafinha y años anteriores hicieron Munir o Sandro. Piqué, Messi y Busquets quedarán, pues, como guardianes, de aquella noche inolvidable del Barça. Pero ninguno será eterno. Los dos primeros cumplen 31 años este año y Busquets, 30. Ellos también necesitarán un relevo, pero todavía tienen Clásicos para rato.
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