Sporting y Atlético, a la final de la Copa de Campeones juvenil
Los asturianos dieron la sorpresa en las semifinales de la Copa de Campeones eliminando al Barcelona. Los rojiblancos vencieron por la mínima al Tenerife.
Sporting y Atlético de Madrid disputarán la final de la XXIV Copa de Campeones este sábado (12:00). Los asturianos dieron las sorpresa al derrotar al Barcelona; el Atlético, favorito ante el Tenerife, logró pasar por la mínima.
Sin brillo y espectáculo se desarrolló gran parte del choque entre el rojiblancos y chicharreros. A los rojiblancos les costó engrasar su motor y cometieron algunos fallos en los primeros suspiros del encuentro. En la monotonía del encuentro, se hicieron esperar las ocasiones. No fue hasta casi la llegada a la media hora de partido cuando Óscar mandó el esférico rozando el travesaño de la portería del Tenerife, despertando a la afición. Desde aquel momento, sin llegar a ser constantes, los rojiblancos visitaron cada cierto tiempo a Juan, guardameta del cuadro chicharrero. Destacó la asociación de Montero y Goivanni. En una de ellas, el delantero rojiblanco la pegó de tacón mientras se daba la vuelta. El esférico se marchó rozando el palo. El Atlético avisaba, pero no anotaba.
El Atlético se adueñó del balón y apretó en el segundo tiempo, aumentado una marcha más al partido y al espectáculo. Fruto de las incesantes llegadas de los rojiblancos llegó el penalti que señaló el árbitro sobre Giovanni. El delantero canario transformó sin problemas la pena máxima, encaminando a los suyos a la final. El Tenerife apenas intentó responder, sólo apretó con la entrada de Tito y en el último cuarto de hora de partido, aunque no lo suficiente lograr el empate e ir a penaltis. Los rojiblancos buscarán conquistar un título que sólo consiguieron en 2002.
Sporting 2 - Barcelona 1
El Barcelona se echó el peso del partido a sus espaldas desde el pitido inicial, pero fue en los primeros compases del encuentro cuando los renglones del guion se empezaron a torcer. Los rojiblancos, que no se mostraron incómodos dejando la posesión para su rival, lograron imponerse rápidamente gracias a un gol de Dani Sandoval. El ‘9’ del Sporting estuvo muy atento y rebañó el rechace de un balón que anteriormente había peinado Pelayo Morilla y que se había estrellado en la cepa del poste. Los asturianos ya dejaban entrever cuál sería su idea de juego para el resto del choque. Sólo tendrían una llegada más de peligro en los primeros 45 minutos. César se adentró en el área azulgrana y se puso a regatear a dos zagueros para armar la pierna y mandar el esférico a milímetros de travesaño, obviando la posibilidad de abrir para Sandoval, solo ante el portero.
El Sporting siguió al pie de la letra su filosofía de juego. Solidez en defensa y sacar el balón jugado. En pocas ocasiones apelaron a jugar al patadón para sorprender a los vigentes campeones de la UEFA Youth League. El Barcelona intentó coser todo tipo de jugadas, pero dejaba entrever sus intenciones y las pérdidas de balón fueron numerosas durante el primer tiempo. Además, se mostraron muy imprecisos en los metros finales, en parte, por culpa de la línea defensiva rival. Sólo una gran acción de Riqui marchándose en carrera para colgar un balón que Marqués bajó y Edgar pegó, llegó a hacer temer el empate.
El Barcelona se mostró más agresivo en el segundo tiempo. Así lo hizo ver Miranda en la primera llegada a la portería de Cristian Yoel. Siguió avisando Riqui con un gol cantado por el estadio y arrebatado por la mano del guardameta rojiblanco. Fue Marqués el que puso el empate, saltando más que su marcador en un balón colgado al corazón del área. El asedio azulgrana continuó para culminar una remontada que no nunca llegó. El Sporting sufrió y en uno de los escasos acercamientos al área rival durante la segunda parte, volvieron a sorprender. Pablo Ferre logró meter la pierna y empujar el esférico de la red para conseguir un billete para la final del sábado. El Barcelona intentó salvar la eliminatoria sin éxito, incluso, el Sporting casi logró ampliar la ventaja si no llega a ser porque el árbitro anuló un gol legal al señalar fuera de juego, cuando el futbolista arrancó en su propio campo.
