NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

VALENCIA / ANÁLISIS

Valencia: lo sencillo suena raro

Dijo Marcelino, tras preguntarle por las reuniones con Peter Lim, que “parece que no estáis acostumbrados a lo sencillo”. Será por tener memoria.

Peter Lim, en Mestalla.
ALBERTO IRANZODIARIO AS

Marcelino dejó la semana pasada en sala de prensa varias reflexiones con mensaje. Así como el martes dibujaba, aunque lo hiciera sin dar nombres ni darlo aún por hecho, pinceladas finas de lo que será el proyecto de su Valencia en Champions (vino a decir que a ningún futbolista puede ponerle él el cartel de “intransferible” y también que la plantilla seguirá siendo corta ya que entiende que ello ayuda a que sea competitiva); el viernes, dos días después de la derrota contra el Getafe, recalcaba su disconformidad con los silbidos de Mestalla hacia Vietto y Andreas Pereira con su "fue como una puñalada en el corazón·. Además, ese día, se sorprendía por el transfondo de algunas preguntas relativas a la visita de Peter Lim y a las reuniones mantenidas por el dueño y sus gestores.

Marcelino dijo: “No estuve reunido con él (Peter Lim). Estuve aquí en Paterna y luego comí en mi casa. Se ha visto con Mateo (Alemany) y con Pablo (Longoria). Yo estoy pendiente de la competición. Sólo hay tres días entre partidos, voy bastante apuradillo. Seguro que me reuniré con Peter. Y si no, hay interlocutores en la misma idea. No estoy preocupado ni atento a esto. Cuando personas tienen buena relación todo es mucho más sencillo. Pero parece que no estáis acostumbrados a lo sencillo”. Y tiene toda la razón, quizás no lo estamos. Pero es que desde la llegada de Peter Lim al Valencia, los hechos nos han educado en lo contrario; en lo raro, lo complejo, hasta lo cómico. De ahí que, ahora, ante tanta lógica, pueda haber gente sorprendida.

La vuelta del Valencia a la Champions es el triunfo de lo sencillo, de lo lógico, del trellat. Uno analiza los actos de los últimos 12 meses y contados son los casos en los que no ha reinado el sentido común en las decisiones tomadas en el Valencia. Quizás los dos lunares fueron el ‘Editorial’ que distinguía entre buenos y malos aficionados sin más explicación que la del google translate; y la política de entradas en Copa contra el Barcelona. En el resto de decisiones, en las deportivas, chapeau. Y ahí está la Champions para reforzar el trabajo hecho. Pero entienda Marcelino que pueda haber quien tema que Peter Lim, en su derecho como propietario, haga sin avisar otro Alcácer y vaya tot per l’aire.

Y sí, tiene razón Marcelino en que lo normal, lo sencillo, es lo que pasó la semana pasada, es decir, que Peter Lim se reuniese con Mateo Alemany y Pablo Longoria para planificar mientras Marcelino preparaba un partido como el del Celta. De hecho, en AS titulábamos el viernes: “El Valencia escenifica el nuevo organigrama de club”. Porque eso fue, más allá de lo que hablaran y concretaran, lo que sucedió en una sala del Hotel Las Arenas. Marcelino no estaba en cuerpo pero sí en alma y mente. Nada de lo allí dicho por Alemany y Longoria sería desconocido para Marcelino, que doy por hecho que sabría de antemano el guión de sus “intercolutores”, como seguro que el entrenador sabría a las pocas horas todas las respuestas y cualquier propuesta transmitida allí por Lim. Eso es trabajar en equipo, eso es consenso, lo sencillo y lo extraño a la vez en el Valencia.

Porque si al valencianismo, en general, y a la prensa, en particular, le sorprende tanta lógica es por culpa de tener memoria. Y viene a la mente la imagen de una reunión en el hotel de concentración del Valencia en Almería: Lim y Layhoon Chan hablando del futuro con Nuno, mientras Amadeo Salvo se había ido a dar un paseo y Rufete viajaba por carretera y no en el avión del equipo a ver un último en el que se logró la clasificación para la Champions. O también aquel gabinete de crisis que hubo en Paterna el día del fichaje de Rodrigo Caio. Es bueno recordar también que una mañana de pretemporada en Venlo, García Pitarch negociaba con el Real Madrid por Andre Gomes y esa misma noche se desvelaba que Lim y Jorge Mendes habían llegado a un acuerdo con el Barcelona. Por eso y, entre otras más cosas, porque durante un tiempo Gary Neville ocupó su asiento en el banquillo, Marcelino debería entender por Valencia que no estemos precisamente acostumbrados a lo sencillo. Y no nos culpe por ello a nosotros.

ClasificaciónPTSPGPEPP
Clasificación completa
Próximos partidos
Calendario