LEGANÉS
Rubén Pérez, 200 partidos de todocampismo en Primera
El andaluz ha cumplido más de un cuarto de esos partidos en el Leganés. Fijo para Garitano, es el líder creativo y destructivo del equipo. Cedido por el Granada, Butarque quiere que siga.
Rubén Pérez tiene 28 años y 200 partidos de Primera División en sus piernas. La redonda cifra la alcanzó este sábado, al jugar de titular con el Leganés frente al Deportivo de la Coruña. De pepinero ha competido más de un cuarto de los encuentros que ha disputado en la máxima categoría. En total, 57. En Butarque este mediocentro cedido por el Granada, con el que le resta un año de contrato, es pieza básica. Para crear fútbol y destruirlo. Un bulldozer con compás en su pierna derecha y la bipolar capacidad de hacer el bien y el mal a partes iguales.
Porque este trotamundos del fútbol (ha jugado con ocho equipos distintos en la élite) destaca sobre todo por lucirse en ambas tareas. En defensa. En ataque. El sueño de todo entrenador. También el de Garitano. El técnico de Bergara le dio galones de titular apenas el astigitano llegó a Butarque la temporada pasada. Dice Rubén que al principio le costó porque los métodos de Asier no son sencillos de asimilar. Pero una vez cogido el tranquillo al Garitanismo, todo fue fluido. Una progresión que se ha hecho exponencial en su segunda campaña como pepinero. Seguramente la mejor de la carrera de este futbolista criado en la cantera del Atlético de Madrid, dónde coincidió con Martín Mantovani, ahora su capitán en el Lega.
En plena madurez futbolística, Rubén Pérez ha aprendido a manejar el tempo del partido cuando es al Lega al que le toca proponer fútbol. Con 1.232 pases lidera, con diferencia, esta estadística en la plantilla blanquiazul. Lo hace con un variado repertorio. No sólo en corto (944), sino también en largo (283), un recurso éste último que suele nutrir los costados pepineros con cambios de juego con los que acelerar el ataque blanquiazul. Gabriel, su pareja en el doble pivote, le sigue muy lejos, con 988 pases en total. No cabe duda. Rubén es un jugón. Pero también un ladrón.
Las 262 recuperaciones que suma en el campeonato lo convierten, de nuevo, en el líder del Leganés en esta complicada tarea y el quinto de toda LaLiga. Una virtud con un riesgo aparejado: le tarjetean más de lo que le gustaría. Esta temporada ya ha visto 11 amarillas. Está en el top 10 del campeonato.
A este pero se le une otro. A Rubén le gustaría ver puerta con más facilidad. En toda su carrera en Primera, en esos 200 partidos, ha marcado en una ocasión. Fue con el Betis y en el Camp Nou. Un golazo de larga distancia que guarda con cariño en su memoria esperando el momento en el que pueda repetir hazaña. En el Leganés esperan que sea vestido de blanquiazul. Bien esta temporada. Quizá en alguna otra.
Con su futuro pendiente de lo que decida hacer con él el Granada, por Butarque no esconden que les gustaría tenerlo un año más en sus filas. Mientras, el protagonista se deja querer, pero regatea las preguntas, que, constantemente, le cuestionan por su continuidad. “Yo aquí me siento muy bien, pero es un tema del que no quiero hablar hasta que termine la temporada”, insiste. Ésa a la que le quedan cuatro partidos. Ésa que, salvo sorpresa, permitirá a Rubén elevar el listón de su currículum en la élite hasta los 204 entorchados.