Boateng manda al Málaga a Segunda en el minuto 93
Un gol de Boateng en el minuto 93 del Levante envía a Segunda División al Málaga que peleó hasta el último minuto pero que ya ha descendido matemáticamente.
El Ciutat de València, escenario de la paradoja del fútbol. Precioso y cruel al mismo tiempo. El Málaga se despidió de la Primera División en el último suspiro de un duelo que deja al Levante con pie y medio en la máxima categoría. La alegría de unos chocaba de lleno con las lágrimas de otros. Derrumbados en el suelo. Se acabó.
El Málaga apretó más al principio. Metía el miedo llegando por banda. En una de muchas, tras varios rechaces Chory Castro enganchó una volea desde fuera del área que apunto estuvo de sorprender a Oier tapado por el tumulto. Se traspasaba la media hora y el Levante no lo veía claro. No estaba a gusto. Morales e Ivi cambiaban de banda.
Pero los sustos llegaban en el otro lado. Cabaco y Róber, sin tampoco sufrir demasiado se las veían con Rolan e Ideye. Y éste tuvo una buena opción dentro del área pero que no terminó de coger la rosca deseada. El Levante cerraba el primer tiempo sin chutar a puerta, más que un intento de gol olímpico en un córner de Campaña y el Málaga tenía la más clara en la cabeza de Miquel que remató de cabeza un balón que se fue rozando el palo derecho de Oier.
El partido subía de decibelios tras el paso por los vestuarios. El punto no valía de mucho a ninguno. Aunque mejor eso que nada. El Levante salió más descarado. Campaña probó pronto a Roberto con un chut desde fuera y Coke tenía un balón plácido para rematar tras una falta lateral que desperdició. Peor fue la de Roger, solo delante de Roberto. Muy forzado. Vaselina… fuera.
Los granotas mordieron más al final. Un triunfo les dejaba en una inmejorable situación. Pero el gol no llegaba. Casi estuvo cerca de lograrlo pero en propia puerta Ideye al despejar al larguero un córner de Campaña. Todo caminaba hacia un empate que de poco valía a ninguno cuando Orriols volvió a estallar, otra vez, en el último suspiro. La fe de Coke, el pase de Lukic, y Boateng en boca de gol remató a un Málaga que firmó su defunción.