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REAL VALLADOLID

Sergio González: "Sólo debemos pensar en Oviedo, no más allá"

El entrenador del Real Valladolid concedió una entrevista a AS en la que habla de lo que se ha encontrado, de su pasado, del presente del equipo y del futuro.

Valladolid
17/04/18 ENTREVISTA A SERGIO GONZALEZ ENTRENADOR DEL REAL VALLADOLID
FELIPE FERNANDEZDIARIO AS

¿Cómo se encuentra en estos primeros días en el Real Valladolid?

La verdad es que estoy contento, me he encontrado con un grupo humano excelente tanto en el staff técnico como en los jugadores. El staff está muy preparado, nos da calidad, nos complementa y a nivel de futbolistas, bien. Nos han aceptado bien, con ganas, la prueba de ello es que pese a que el domingo el resultado no acompañó el equipo se vació. Los números físicos son superiores a los de los partidos anteriores y eso demuestra implicación. Estamos evaluando la forma de trabajar y tratando de que entiendan mi forma de entender el fútbol. Con poco tiempo y mucha velocidad. Y contento por haber sido la elección de Miguel Ángel Gómez, sobre todo, para llegar a una entidad tan fuerte como es el Real Valladolid.

¿Le han sorprendido las críticas tras el primer partido afirmando, supuestamente, que no cambió nada en el juego del equipo ante el Sporting de Gijón?

Cuando hay una derrota es más fácil que haya críticas. Yo sí que creo que nosotros veníamos con una idea de jugar, diferente al del anterior mister, no digo mejor ni peor, sino distinto. Jugábamos contra un rival que era el líder de la categoría e hicimos un equilibrio entre los futbolistas que nosotros pensábamos que eran los idóneos y el saber que el Sporting era un equipo potente fuera de casa, sobre todo, en el que su punto fuerte es que genera ocasión de gol tras robo. Lo que queríamos era dar solidez a la zona defensiva con ese doble pivote para que luego no nos sorprendieran en una jugada que luego, por mala suerte, nos sorprende antes del minuto dos. A partir de ahí tenemos que crecer como equipo a nivel ofensivo. Tratábamos de ser compactos para que luego los de arriba tuvieran más alternativas. El gol tempranero nos generó dudas, no estuvimos bien en la primera parte, pero después le dimos una vuelta de tuerca en la segunda y creo que nos hicimos acreedores, al menos, al empate.

Quizás usted no quiso entrar como un elefante en una cacharrería…

La verdad es que poco a poco queremos adaptar nuestra forma de ver el fútbol. Aunque repitiéramos los nombres, la idea en el inicio de juego, en segunda fase de juego, era distinta. Cuando pones a los mismos nombres parece que estás jugando a lo mismo, pero es que esos nombres nos encajaban en lo que queríamos hacer. Pensamos en poner un pivote ofensivo y otro ofensivo, pero pusimos dos defensivos por los peligros del rival, por las transiciones. Sabíamos que ellos rompen mucho a la espalda de los centrales y queríamos nuestros defensores se sintieran cómodos y generáramos superioridad numérica. Y arriba trabajamos con la doble punta Mata y Toni, pero son muy similares y queríamos una variante para esa punta que juega. Con Míchel creíamos que íbamos a tener esa fluidez para mover a un lado y a otro para que pudiera bascular y hacerles sufrir por banda. En la segunda parte lo cambiamos porque el gol inicial nos arrastró y merecimos lograr, al menos, el empate.

El partido de Oviedo casi se plantea como la última opción, por mucho que usted haya hablado de una liga de ocho partidos… ¿Demasiada presión para llevar una semana en el cargo?

El hecho de ser el mister del Real Valladolid conlleva esa presión. Sabíamos las circunstancias en las que entrábamos, el calendario que nos quedaba. El equipo no debe pensar más allá del partido del Oviedo, no debe pensar si es la última oportunidad, sólo debemos pensar en cómo ganar. Tenemos que hacer un partido serio, competido, duelos individuales intensos y estar más acertados que ellos. No tenemos que pensar en nada más, ni en los próximos encuentros que nos quedan hasta el final.

Usted estaba en la lista de Miguel Ángel Gómez en la pretemporada, hace tres meses, hace uno… En su interior piensa… un poquito tarde, ¿no?

Uno lo primero en lo que piensa es en estar agradecido por el hecho de estar en una entidad como el Real Valladolid. Uno siempre quiere que sea lo antes posible, pero ha sido ahora y vamos a por ello. Con mucha ilusión, con muchas ganas y sabiendo que la empresa es difícil, pero también que somos capaces de conseguirlo. No estoy prometiendo nada. Sólo puedo prometer trabajo, ilusión, meter a la gente lo máximo posible para que vean que las opciones están ahí y que tenemos que agotarlas de todas las maneras posibles. Que la gente vea que el equipo lo ha dejado todo, ha competido, ha hecho un buen fútbol…

Después de año y medio en el Espanyol haciéndolo bien, salió por razones extradeportivas y no volvió a entrenar durante dos años hasta que ha cogido al Valladolid… ¿Qué pasó?

Bueno, fue un poco por decisión personal, fui papá, no tenía una exigencia y después vas modificando estas cuestiones según va pasando el tiempo. Hubo algunos acercamientos con el Depor, con el Málaga, también con otros de Segunda, pero no terminaba de llenarme. En este caso, la posibilidad del Real Valladolid no la podía dejar pasar, pese a que el equipo tenía unos objetivos importantes, pero era una oportunidad muy interesante para decir que no.

¿Cuándo era futbolista pensaba en ser entrenador?

Yo cuando era futbolista, y se lo recomiendo a todos, lo que hacía era disfrutar. Cuando eres futbolista lo tienes todo. La responsabilidad se comparte, disfrutas de lo tuyo, si tienes un mal día el compañero te lo puede solucionar. Para mí es un disfrute máximo. Ahora, como entrenador, tienes más responsabilidad. Es verdad que siempre hay jugadores que tienen cierto aire de entrenador. Yo por la posición que ocupaba en el campo siempre estaba en contacto con el técnico. A mí me gusta hablar de fútbol, con los entrenadores hablaba, pero cuanto menos te queda de fútbol, más piensas, te lo vas planteando. Antes de los 30, seguro que ningún futbolista piensa en ser técnico.

¿Cuáles son sus influencias?, ¿en que entrenadores se fija como modelo para trabajar o entrenar?

No tengo un modelo. He estado con entrenadores muy diferentes: Camacho, Paco Flores, Irureta, Caparrós. Algunos con más carácter, otros más de pizarra. Unos prefieren estar encima de los jugadores, otros los dejan a su aire. Cada uno decide si hacer juego elaborado, buscar segundas jugadas. En definitiva, un poquito de todo y te haces una coctelera. De todos se te queda algo.

Dígame uno…

No puedo. Con casi todos los entrenadores he jugado con 4-2-3-1 y, sin embargo, a mí me gusta más jugar más 4-4-2, si tengo los puntas necesarios. Formas de defender. Tú vas cogiendo recortes de cada uno, ensayando y aprendiendo.

Le cambio de tercio para hablar de una cosa que comentábamos antes… El distanciamiento entre los jugadores, entrenadores, los propios clubes y la Prensa o los aficionados…

Desde mi experiencia personal, la relación con los periodista era de normalidad absoluta, viajaban con el grupo y sabían distinguir cuál era la noticia dentro de todo lo que hablaban con el futbolista, cuál era la noticia exacta que debían trasmitir al aficionado para que este supiera cómo funcionaba el equipo. La sensación que tengo yo es que los futbolistas piensan, o pensamos, que ahora se da la primera noticia que aparece sin tener en cuenta la repercusión que tendrá, si es positiva o negativa, si suma o no, o si, simplemente, es un rumor. Todo eso ha hecho la distancia mayor.

¿Puede ser que el fútbol en general piense que ya no necesita a la prensa, a los aficionados, ahora que tiene ese gran escaparate que es la televisión?

Puede ser una de las razones o que la fuerza de las redes sociales, la televisión, vaya dejando un espacio más pequeñito a los medios, cuando antes teníais un lugar principal. Es una pena que el futbolista no se sienta arropado por el periodista, y al revés, porque es la mejor forma de que salgan las noticias reales.

Usted va a ser papá ahora, por segunda vez, eso sí que es una alegría, ¿no?

Sí, mi primer hijo nació en esos meses sabáticos que me tomé tras salir del Espanyol, y ahora mi mujer está embarazada, nos queda un mes para que nazca la niña. Dicen que los niños vienen con un pan debajo de un brazo... De momento, me ha puesto a entrenar otra vez...

Entonces estos dos meses van a ser intensos, tanto personal como profesionalmente…

Sí, estamos ya en el último mes y ojalá que antes y después de ese nacimiento tengamos unas victorias con el equipo porque sería la felicidad completa.