Abdullah Al Thani: de la ilusión al mayor de los desastres
El jeque lleva casi un año sin dejarse ver por Málaga y tampoco se le espera. Su gestión está llevando al Málaga a la incertidumbre. El juicio por su pleito con BlueBay se celebrará el 4 de diciembre.
A falta de siete jornadas para que termine la Liga el Málaga ya planifica su próxima temporada en Segunda División. Un descalabro sin precedentes en un equipo con un presupuesto de 63,5 millones de euros y una masa salarial con 24.000 abonados. ¿Cuáles son los motivos para comprender semejante desastre? No es sencillo de explicar.
Desde que adquirió el club en el verano de 2010 la gestión de Abdullah Al Thani se ha caracterizado por sus bandazos en impulsiva combinación de aparente implicación con desconexiones desesperantes. Su inversión inicial de 137 millones posibilitó la llegada de muy buenos jugadores que condujeron al Málaga a una época dorada en lo deportivo, histórica presencia en la Champions, pero insostenible en lo institucional. Llegaron retrasos en los pagos a futbolistas empleados y Hacienda que hicieron temer por la estabilidad y el futuro del club y que obligaron a una reconversión en sus objetivos, otrora, ambiciosos. De ser ‘el Chelsea de la Costa del Sol’ (eso decía Abdullah Ghubn, uno de los muchos hombres fuertes que tuvo el ‘sheikh fichador’ después defenestrados) a volver a ser el Málaga naufrago de siempre, pero con dueño qatarí,
Al Thani lleva casi un año fuera de Málaga y dirige al club a través de las redes sociales. Bloqueó la renovación de Pablo Fornals, que luego se fue al Villarreal previo pago de su cláusula de rescisión, once millones de euros, desautorizó la llegada de Javi García, pactada por Míchel, el anterior entrenador, porque “un jugador de 30 años no puede cobrar dos millones de euros (eso tuiteó) y fichó personalmente a Esteban Rolón por 3,2 millones de euros (solo ha disputado 426 minutos) y en cambio, permitió el aberrante fichaje perpetrado por Francesc Arnau (anterior director deportivo) de Cecchini por 4,6 kilos abonados al Banfield. Decían que era mediocentro, resultó ser segundo delantero y fue colocado en invierno al León de México donde no es ni suplente.
A todo esto, hay un severo problema de propiedad. Al Thani mantiene un pleito con la empresa hotelera BlueBay que le reclama el 49% de sus acciones en el club (son un 97’8%) y la gestión del mismo. El dictamen final lo está retrasando a base de denuncias. Inestabilidad institucional. Según ha informado Canal Sur el juicio se va a celebrar el próximo 4 de diciembre. Una fecha muy importante para poder determinar lo que puede ser la futura gestión del club... en Segunda.
Así está el Málaga. Desangrado en lo deportivo, y con un dueño enfrentado con las instituciones, cuestionado por la afición y que solo hace caso de los, cada vez menos, palmeros genuflexos que todavía jalean sus ocurrencias a través del Twitter.
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