Borja Valle: “Estoy disfrutando, pero pensé en tirar la toalla”
El atacante se ha ganado la confianza de Seedorf a base de trabajo y habla para AS sobre cómo ha sido uno de "los años más duros" de su carrera.
Borja Valle ha convencido a Seedorf y ha salido del ostracismo. Dejó detalles en el Wanda ante el Atlético y se sacó de encima “un peso terrible” ante el Málaga. Ahora disfruta tras vivir su año “más duro”. Ve al equipo convencido y desea seguir pase lo que pase.
Por fin lograron ganar, aunque no sirvió para recortarle al Levante...
La victoria ha servido de mucho. El equipo lo necesitaba y la situación también. Seguimos a los mismos puntos, pero muy reforzados.
¿Llegaron a pensar que ganar era casi misión imposible?
A veces lo piensas, pero también sabes que el fútbol es caprichoso. Creo que hemos dado un golpe en la mesa después de mucho tiempo, es una inyección moral importante.
¿De verdad cree que todavía es posible salvarse?
Está muy complicado, hay que ser franco y realista. Ahora sólo tenemos que centrarnos en el Athletic, nada más.
¿Cómo encaran el partido?
Ilusionados y convencidos, no hay tiempo para temer o especular. Es el tiempo de decir, ‘aquí está el Deportivo’.
En lo personal, ¿contento?
Tengo una alegría inmensa. Quizá es una recompensa después de tanto tiempo de trabajo. Estoy muy feliz y contento.
Y además fue decisivo...
Si no tienes muchos minutos es más difícil decidir, pero ahora sólo pienso en ayudar al equipo. Si es como el otro día, con una asistencia, mejor.
¿Le dio muchas vueltas a su carrera en el Wanda?
Sí que le das. Mi intención era cruzarme por delante y lo último que pensaba era que se iba a tirar y arriesgar. Fue un acierto de Lucas. El otro día ante el Málaga lo hice mejor.
En Copa ya había cumplido, y con dos goles, pero no llegó el premio. ¿Se desesperó?
A nivel psicológico ha sido la temporada más dura de mi vida. En Ourense estuve mucho tiempo sin cobrar, pero llegaba el fin de semana y era feliz. Ha sido muy duro, parecía que no llegaba la recompensa al trabajo. Ante el Málaga me quité un peso de encima terrible. Hubo momentos, no digo de dejarlo, pero sí de pensar en tirar la toalla y decir ‘no hay forma’.
¿Cómo lo superó?
Venir a trabajar aquí es un privilegio, es lo que soñé toda mi vida. Le doy valor por encima de todo. Eso, y a la gente que te apoya, te da fuerzas.
A pesar de todo, en enero apostó por quedarse...
El año pasado decidí salir, necesitaba limpiar la cabeza y aprendí muchísimo. Este año decidí otra cosa junto la club y creo que acerté. Mi meta no es ser el mejor jugador del Depor, o del mundo. Mi objetivo es ser feliz, crecer y ser valorado.
¿Seguiría en Segunda?
Tengo contrato, es lo que importa. Acabo de jugar dos partidos después de mucho tiempo y lo estoy disfrutando al máximo. Sólo deseo estar el mayor tiempo posible aquí, es el club que me dio la oportunidad de jugar en Primera.
La afición lo aprecia...
Entre risas puedo decir que he jugado cuatro ratos, pero siempre sentí ese cariño. La gente no te pide que marques un gol por la escuadra, sino que trabajes y te entregues. Y en eso no hay negociación. Me siento querido y valorado.
¿Qué tal de delantero?
Es algo diferente, lo veo positivo. No es donde juego habitualmente, pero me encuentro a gusto y creo que sumo. Cada entrenador tiene su visión, en pretemporada era lateral….
¿Qué le pareció la visita del presidente al vestuario?
Como todos los suplentes, estaba calentando y al bajar ya había hecho la visita. No veo polémica. Lo que diga hay que tomarlo como un incentivo.
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