RÁPIDO DE BOUZAS 0 - CASTILLA 0
Un punto de oficio
La derrota del Toledo aleja la 16ª plaza a siete puntos con 18 por jugarse. El filial tuvo las mejores ocasiones, pero volvió a andar desacertado.
Por hacer de la necesidad virtud, el Castilla puede analizar su empate sin goles en casa del Rápido de Bouzas en términos positivos: una jornada menos, un punto más. La derrota del Toledo amplia la distancia del filial blanco con la 16ª plaza (promoción de descenso) a siete puntos con 18 por jugarse. Los de Solari solventaron una salida complicada (sólo el Fuenlabrada ha ganado en el Baltasar Pujales) con mucho oficio frente a uno de los equipos punteros de la categoría, que cede la cuarta plaza esta jornada en favor del Navalcarnero. Junto a la ría de Vigo y con el fuerte viento como protagonista, el Castilla firmó una actuación madura en un partido en el que el balón surcó más los cielos de lo que estuvo sobre el césped; se arremangó y coleccionó las mejores oportunidades del partido sin fortuna para resolverlas, un mal que viene hostigando al filial madridista.
Dos momentos pudieron variar el rumbo del choque, con Cristo y Óscar en el papel principal respectivamente. Tras un arranque pujante de los locales, en el que Belman frenó a Pedro, el Castilla entró de lleno en el partido y elevó la presión. Al borde del descanso, un mal despeje de Brais dejó a Cristo solo ante la portería vacía, aunque perfilado con la zurda; inseguro, golpeó con el exterior de la diestra un disparo raso y flojo que Brais recogió sin problemas. Apenas apareció más Cristo, que dejó su sitio en el segundo tiempo al espigado Pedro, nueve del Juvenil de Guti de 197 centímetros, para que debutase en el segundo equipo blanco.
Tras el descanso, los de Solari elevaron sus prestaciones y empujaron al Bouzas, que lució más orden que inspiración, más tambores que violines. Con la directriz clara de chutar a la mínima, esperando un cable del viento gallego, mantuvieron a raya a los locales y bordearon el premio de los tres puntos con un cabezazo de Óscar que se estrelló en el palo y luego deambuló por la línea de gol sin que nadie acudiese a remacharlo. El propio Óscar (que, como Tejero, estuvo en el banquillo del primer equipo en Las Palmas el sábado) volvió a probar suerte con el tiempo casi cumplido con un zurdazo seco y casi bien embocado. No llegó el gol, pero puede considerar Solari que el paso dado fue hacia adelante y en el calendario asoman dos partidos vitales para llegar al final con tranquilidad: la próxima jornada recibe el Castilla al colista, el Cerceda, para luego viajar al Salto del Caballo de Toledo. Seis puntos para certificar la permanencia y empezar a pensar en cómo darle un impulso a un filial diseñado para pelear por mucho más de lo conseguido este año.