1x1 de España: Isco luce, Iniesta brilla y Rodrigo se reivindica
El jugador del Barça mandó en los mejores minutos, con el madridista dejando los detalles más vistosos y el valencianista aprovechando su gran oportunidad.
Jugó muy bien España, que no supo matar y acabó empatando en casa de la campeona del mundo. Lopetegui sigue invicto.
De Gea: en un Mundial no se puede encajar por un disparo desde 30 metros. En la segunda parte, sin embargo, hizo dos buenas paradas, en el 47' y en el 57', ante los tiros peligrosísimos de Draxler y Gundogan.
Carvajal: por necesidades del guion, subió menos que de costumbre. Salvo un despiste en el 3' y un error en una entrega en el 36', no desentonó y aguantó los ataques alemanes, casi todos por su banda.
Piqué: correcto, especialmente por arriba, pese a arrastrar un proceso febril que le ha impedido completar los entrenamientos con el grupo. Lopetegui le dio 50 minutos.
Ramos: celebró su partido 150 con la Selección con una actuación muy en la línea de sus últimos meses en el Madrid. Anticipó a tiempo, ganó los balones aéreos y se impuso en el cuerpo a cuerpo, como pudo comprobar Draxler en el 43' y Mario Gómez en el 90'.
Alba: de menos a más, fue apareciendo en campo contrario con mayor frecuencia según pasaban los minutos. En defensa, sin sustos y bien colocado.
Koke: se encargó del trabajo más ingrato en la primera parte, acabó asentándose y dejó un par de intercepciones claves.
Thiago: lo difícil que es reemplazar a Busquets y lo fácil que hizo que pareciera. Se vació en la recuperación y se volcó en la salida de balón, sin ninguna pérdida comprometedora. Con la entrada de Saúl, avanzó a su posición natural con España.
Iniesta: es el futbolista de la Selección con más influencia en el juego. Todo lo que hace tiene un propósito. Su verdadera dimensión se ha destapado desde que se retiró Xavi, siendo el único jugador a su altura. Como muestra, su asistencia a Rodrigo en el 0-1.
Silva: ayudó a iniciar muchas jugadas retrasando y centrando su posición. Se le escapó un mano a mano y envió un par de centros finísimos.
Rodrigo: fue un 9 de manual, de los que cada vez escasean más. La primera y única que tuvo, en el 6', fue para adentro tras un desmarque buenísimo y una definición a la altura. Su juego de espaldas, con descargas para descongestionar, dieron aire a España hasta que entró Costa.
Isco: empezó protagonizando los mejores detalles y terminó la primera mitad impresionando en cada balón que pasaba por él. Perdonó lo que no se puede perdonar en el 56', tres minutos antes de ser sustituido, solo ante Ter Stegen.
También jugaron...
Saúl: entró tras el descanso y se adaptó rapidísimo al ritmo del encuentro. En el puesto de Busquets, robó y distribuyó rápido.
Nacho: notable cuando más creció Alemania, cayendo a banda para ayudar a los laterales y fijando a los delanteros rivales. El mejor complemento de Ramos.
Asensio: apenas se le vio en una cabalgada con centro al área en el 68' que a punto estuvieron de rematar Costa o Silva.
Diego Costa: no llegó a un centro de Asensio y se le bajaron las persianas en una ocasión clarísima, de las que separan el fracaso del éxito en un Mundial.
Lucas Vázquez: sin mucho tiempo para hacer daño con su verticalidad y nervio.
Rodri: tuvo ocho minutos testimoniales pero suficientes para que no olvide este 23 de marzo de 2018, la fecha de su debut absoluto con la Selección.
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