Pini Zahavi: el experiodista que ya llevó a Neymar al PSG
Se inició como reportero deportivo y en 1979 hizo su primera operación. Ganó fama gestionando la carrera de Rio Ferdinand y propició la llegada de Abramovich al Chelsea.
Pinhas Pini Zahavi (Ness Ziona, 1943) empezó su carrera profesional como periodista deportivo, en varios medios de su Israel natal, saltando de uno a otro en etapas de entre ocho y cinco años para mejorar su agenda de contactos y sus emolumentos. “No quiero ser siempre un pobre corresponsal deportivo”, comentaba entonces sobre su querencia por cambiar de empresa continuamente.
Sus años como reportero le ayudaron a crear una profunda relación de contactos, especialmente durante el Mundial de 1974 de Alemania. Y al fin, en 1979, dio el salto a la representación como fórmula para sacar beneficios de sus numerosas conexiones: intermedió en el traspaso del defensa Avi Cohen desde el Maccabi Tel Aviv al Liverpool a cambio de 200.000 libras. El equipo red fue, de hecho, uno de sus principales clientes en sus inicios como agente, que fueron intermitentes debido a las numerosas críticas que recibía por parte de sus colegas periodistas en Israel, además de por la escasez de talento en el fútbol hebreo.
Finalmente, en 1988, dejó el reporterismo y se centró en el fútbol, ganando poco a poco fama de ser uno de los grandes facilitadores del mercado, el hombre capaz de poner de acuerdo a clubes, jugadores, agentes y empresas. Ganó fama gestionando las carreras de Marcelo Salas y Rio Ferdinand, con quien se quedó fascinado en 1997 (“Le vi y supe que podría ser el mejor en su puesto. Lo tenía todo”) y al que llevó desde el West Ham al Leeds primero y después al Manchester United, a cambio de 46 millones de euros en 2002.
También tuvo un papel destacado en el arranque del proyecto de Roman Abramovich en el Chelsea, empezando por la adquisición del club por parte del magnate ruso (el anterior dueño, con graves problemas de liquidez, recurrió al israelí para buscar un comprador). Abramovich le recompensó con las comisiones de varios fichajes, como Essien o Cech. Además, como broker de Media Sports Investment (propiedad de su amigo Kia Joorabchian, agente y empresario anglo-iraní que recientemente llevó a Coutinho al Barcelona) fue pionero en el fenómeno de los fondos de inversión, llevando a Tévez y Mascherano desde el Corinthians al West Ham.
Excéntrico, se jacta de juzgar a las personas por cómo suenan sus voces a través del teléfono, pero renuncia al perfil de súperagente, definiéndose como simple intermediario: “Pongo en contacto a clubes, fondos, jugadores y agentes. Los reúno y me pagan mi comisión”. Así lo hizo el pasado verano en el fichaje de Neymar por el PSG, que le reportó una comisión de 12 millones de euros. Este verano podría cobrar doblemente del Madrid, pues Lewandowski también ha contratado sus servicios para forzar una salida desde el Bayern con destino a la casa blanca. Tal vez su secreto sea vaciar de sentimiento cada operación, abstraerse de la pasión intrínseca al fútbol: “Aunque el fútbol haga un servicio a la comunidad, sigue siendo un negocio. Quien te diga que no lo es, simplemente está mintiendo”.