El fútbol base del Espanyol, una filosofía que se acerca al siglo
Su fundador fue Luis Gamito 'Pasabalón', en 1923. Reclutaba a futbolistas en partidillos por las calles de Barcelona. El gran impulso lo dio la Penya Saprissa.
Toda historia tiene un principio, y la del Espanyol con su cantera está cerca de cumplir un siglo. El fundador del fútbol base perico fue Luis Gamito ‘Pasabalón’ (Pamplona, 1894), uno de tantos personajes redescubiertos por el inestimable Jordi Puyaltó.
Aunque navarro y aficionado de Osasuna, Pasabalón llegó a Barcelona en 1923 y enseguida quedó prendado del Espanyol, hasta el punto de que habló con el club para proponerles organizar una suerte de cantera. Ante la respuesta afirmativa, creó tres equipos infantiles, que llevarían los nombres del propio Pasabalón, Iruña y Los Chavales. Jóvenes futbolistas a los que, en su mayoría, iba reclutando por los partidos que se jugaban en las calles de la Ciudad Condal.
La llegada de Pasabalón casi coincidió con la de Ricardo Saprissa, quien ante los problemas económicos del club le instó a unificar la cantera en la llamada Penya Saprissa. De allí surgieron jugadores pericos e internacionales como Ricardo Teruel, José Trías o Alberto Martorell. 35 años se mantuvo al frente Pasabalón, a quien apodaron así porque en los entrenamientos no dejaba de gritar “¡pasa el balón, pasa el balón!”.