BARCELONA
Arthur pide jugar con Iniesta: "Es un Dios del fútbol"
"Vi que puede ir a China. A mí me gustaría que se quedase". Y admitió que su precio, 30 millones, dejó boquiabierto hasta a su hermano: "¿Una persona puede valer eso?".
Arthur ya aprende español en Brasil y ya da entrevistas como futuro jugador del Barcelona en Brasil. Pese a que el club matizó que sólo tiene una opción que puede ejecutar por el centrocampista en junio de este año, el Barça ya ha pagado cuatro millones de euros por el jugador y desembolsará 30 para que sea azulgrana lo que ha aumentado la sensación de que Iniesta irá a China. Eso desagrada a Arthur. Feliz por hacer un gol ante Grenal y por la ovación que se llevó en el Arena de Porto Alegre, concedió una entrevista en Globoesporte en la que muestra su deseo por poder jugar con Iniesta la próxima temporada: “Vi por Instagram que puede ir a China. Intento no entrar en profundidad en eso pero Iniesta es un Dios del fútbol y quiero que se quede y estoy seguro que directivos y aficionados y jugadores del Barça también. Me haría muy feliz jugar con él. Un jugador de ese tipo no se encuentra. ¿Yo sucesor de Iniesta? No puedo entrar en eso. Repito que él es un Dios del fútbol y que yo estoy empezando. Quiero tener una carrera increíble. Si me adapto bien a la ciudad, al club…. Pero a mí me haría feliz jugar a su lado”.
El volante creador de Gremio, que ya ha hablado con compatriotas como Coutinho, ya se abre y cuenta un poco más cómo fueron los meses anteriores al fichaje: “Muchos no se lo creían, ni mis propios amigos. Me preguntaban si era verdad todo lo que estaba saliendo en la prensa. Tuve que tener la cabeza muy fría. Que pasase lo que tuviese que pasar. Dejé todo en manos de mi agente, de mi padre, de mi familia y sobre todo del Gremio. Fue una negociación transparente y estoy feliz porque de confirmarse será la cuarta mayor venta en Brasil y la más grande en Rio do Sul… Sinceramente mi hermano me lo preguntó: “¿Una persona puede valer ese dinero? Y yo le dije. Yo tampoco sé por que”.
