Sale el sol en el planeta Dembélé
Aislado durante meses, desconectado, ha tenido su mejor semana desde que está en el Barcelona con dos asistencias y un golazo. Su entendimiento con Messi mejora.
Ousmane Dembélé ya está en el planeta Barça. Aislado durante muchos meses como consecuencia de las lesiones y de un carácter introvertido, en el club ya empezaba a haber serias dudas con la tremenda inversión realizada el pasado verano (105 millones unos 35 en variables). Una lesión grave en Getafe le tuvo tres meses y medio de baja y nada más reaparecer volvió a lastimarse en Anoeta. Cuando se daba por perdida la temporada para el francés, y después de un partido algo desesperanzador en la Supercopa Catalunya, Valverde quiso alinearlo como titular en Málaga. Era tal vez la última oportunidad en un partido asequible de ganarlo para la causa. En La Rosaleda, Dembélé ya gustó y dejó una magnífica jugada que terminó en el 0-2 de Coutinho.
Con personalidad, Valverde se la jugó con el ex futbolista del Dortmund el día del Chelsea y lo alineó como titular contra todo pronóstico por delante de Paulinho, André Gomes o Aleix Vidal. Dembélé respondió con un gol que fue la imagen de su recuperación. Un golpeo al fin con confianza y fe y un lenguaje que empieza a parecerse al de Messi. Ante el Athletic los dos volvieron a encontrarse. El argentino levantó la mano en el balcón del área y el francés detectó su posición. Le pasó al balón y Messi marcó el 2-0. Es demasiado obvio que cualquier posibilidad de triunfar en el Barcelona para por tener una buen feeling con Messi y da la sensación en los últimos partidos de que Dembélé se ha encontrado a sí mismo con el gol y las dos asistencias que le hacen sumar cinco.
Después de las lesiones y de sus supuestos problemas con la alimentación y la adaptación, al fin se empieza a hablar de Dembélé sólo por sus méritos en el campo. Ahora ha volado a Francia para ganarse también un sitio en el Mundial. También parecía un imposible hace meses y ahora es una posibilidad de lo más real. Dembélé, además, le da unos registros al juego del Barça que sólo puede facilitarle él por su velocidad y capacidad de desborde. Con él, el Barça se vuelve menos cartesiano y más imprevisible. El sol ya sale en su planeta.