1x1 del Celta: Bloqueo colectivo de los de Unzué
Ningún futbolista céltico ofreció ante el Málaga su mejor versión. El coraje del Tucu y pinceladas de Aspas, de lo poco rescatable en un equipo atenazado.
Sergio: Inesperadamente volvió a jugar una vuelta después en LaLiga tras lesionarse Rubén durante el calentamiento. Tuvo muy poco trabajo y lo resolvió con comodidad. La presión alta del Málaga lo dejó sin ideas a la hora de sacar el balón.
Hugo Mallo: Escasa exigencia en defensa y menos participativo de lo habitual en ataque. Se supo contener para no ser expulsado después de ser agredido sin balón por En Nesyri, pero no se controló al término del partido con unas desafortunadas declaraciones sobre la afición.
Roncaglia: Rápido en el corte y poco más. Impreciso en la salida del balón. Se echan de menos sus apariciones en el balón parado ofensivo.
Sergi Gómez: Atento en la anticipación en un partido cómodo para los centrales. El árbitro le perdonó la amarilla en la primera parte.
Jonny: De los más peligrosos de su equipo en ataque. Ofreció más desborde que los extremos. No supo culminar una gran acción de Aspas que lo dejaba delante del portero rival.
Brais Méndez: Valiente, pero sin claridad en el último pase. En ningún momento le quemó el balón en los pies. Solidario en defensa.
Lobotka: Ha perdido frescura. No consiguió mover el balón con la fluidez que le caracterizaba hasta hace unas semanas. Su mejor acción fue un centro medido a Maxi Gómez.
Pablo Hernández: El más intenso del Celta. Ganó un elevado número de balones divididos, aunque en varias ocasiones falló en el pase posterior. Se le hizo largo el partido.
Pione Sisto: Ha agotado la paciencia de buena parte de la grada y también de compañeros como Aspas, que lo abroncó vehementemente antes de que el danés fuese sustituido. Pese a las críticas, estuvo algo más incisivo que en anteriores partidos.
Iago Aspas: Demasiado ansioso. Se enfadó con los rivales, con el árbitro e incluso con sus compañeros. Perdonó a puerta vacía una acción que otro día cualquiera hubiese marcado con los ojos cerrados. Pese a todo, dejó varias jugadas individuales de mérito.
Maxi Gómez: Lo más positivo de su actuación resultó la fe que demostró hasta el final. Sirvió en bandeja a Aspas el que hubiera sido el tanto de la victoria. Le faltó decidir mejor dentro del área en varias situaciones favorables.
Boyé (entró por Sisto): Sigue sin funcionar. Unzué lo situó como extremo izquierdo y no parece que se sienta a gusto en esa posición. No ejerce de revulsivo.
Radoja (entró por Brais): También está jugando fuera de sitio. El cuerpo técnico le pide que haga lo mismo que el lesionado Wass y el serbio no tiene las cualidades del danés. Pasó desapercibido en ataque.
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