Fidalgo salva al Castilla ante el Adarve de otro desastre
El filial de Solari no pudo pasar del empate ante el Adarve en un partido en el que jugó con uno menos toda la segunda parte por la expulsión de Dani Gómez.
Poco le faltó al Castilla para sumar ante el Unión Adarve un nuevo desastre en su errática temporada. Lo salvó de él Fidalgo, que empató en el 88' con un cabezazo a bocajarro tras un centro de Manu Hernando en posición de lateral diestro proyectado. Ese gol evitó que el filial, que jugó toda la segunda parte con uno menos, viera cómo su rival le superara en la tabla y lo relegara como equipo madrileño peor clasificado de la categoría momentáneamente empatado con el Sanse.
Los de Solari habían dominado toda la primera parte, con un Óscar especialmente activo. El Adarve, muy replegado, cortó el juego local a base de faltas y limitó sus acercamientos a jugadas a balón parado y un par de intentos de Gianni. Sin embargo, a pesar de su superioridad, los blancos no dispararon entre los tres palos hasta el 43', en un córner botado por Quezada que remató León con la testa al muslo de De las Heras.
Todavía dio tiempo antes del descanso para una jugada que cambiaría el partido. Garrido soltó el brazo al estómago a Dani Gómez y este cayó en la provocación devolviéndole el golpe a la cara. El árbitro no vio la primera parte de la acción pero sí se percató del segundo lance y expulsó al delantero del Castilla. Caro error de juventud ante un contrincante que sabe manejarse en ese tipo de encontronazos. Solari se quejó de la permisividad arbitral y, ya en zona mixta cuando salía del campo, reclamó dos penaltis no pitados en ese primer período.
Con uno más, el Adarve tomó el control del juego. Los de Víctor Cea movían el balón, con calma pero sin apenas profundidad. Hasta que un error del Castilla en la salida de balón propició el 0-1. Leo recuperó el esférico en una mala entrega de Jaume y se la dio a Berodia para que este se la devolviera al primer toque a su desmarque y fusilar a un Luca Zidane vendido.
El Castilla, carente de referencia en ataque por la expulsión, tardó unos minutos en estirarse buscando la igualada, pero en el último cuarto de hora acabó encerrando a un Adarve. Los rojiblancos, con la gasolina justa —un minuto antes del 1-1, a Juanma le faltó esa pizca de chispa para llegar a un centro de Iván Mateo— fue incapaz de aguantar el empuje final de los locales, quienes aprovecharon que Edu Prieto estaba tocado para incidir con Quezada y Franchu por la izquierda. Sin embargo, el empate llegaría con un centro desde la derecha. Y Fidalgo, cuyo entrenador reconoció que se está ganando disfrutar de más minutos, acabó salvando el orgullo del Castilla.