Dembélé echa al cocinero del club y ficha a un osteópata
El francés sigue desconcertando al Barça con su actitud fuera de los terrenos de juego. La última: despedir al cocinero que le puso el club para que velara por sus hábitos.
Ousmane Dembélé está siendo más noticia en estos últimos días por las cosas que hace fuera de los terrenos de juego que por su rendimiento en el campo. El joven delantero francés aterrizó este verano en Barcelona con el lastre de ser el jugador más caro de la historia del FC Barcelona (ahora ese honor lo tiene el brasileño Philippe Coutinho) que se agravó aún más si cabe por culpa de una lesión que le dejó fuera de los terrenos de juego casi cuatro meses.
Durante ese largo tiempo de recuperación el club ya empezó a detectar una serie de hechos preocupantes e intentó remediarlos. El primero fue confirmar unos hábitos alimentarios no muy saludables para un deportista de elite. Resulta que Dembélé es un amante de la comida ‘fast food’. Evidentemente con moderación el club permite este tipo de rutinas alimenticias, pero no sí se convierten en una ingesta sistemática.
De ahí, que el Barcelona decidiera contratar a un cocinero particular para que velara por la alimentación del jugador. Pues bien, Dembélé nunca tuvo una gran afinidad con esa persona -se comenta que el punto de no retorno fue un incidente con una bombona de gas y una parrillada de carne en el jardín- hasta el punto que el joven delantero decidió prescindir de sus servicios y contratar él mismo a una cocinera, que seguramente atenderá y se adaptará mejor a sus preferencias culinarias.
Asimismo Dembélé decidió contratar los servicios de un osteópata para prevenir las lesiones musculares que a día de hoy le han dejado casi cinco meses en el dique seco. En el club no consideran este hecho un problema siempre y cuando el jugador comunique la presencia de un profesional externo en su recuperación. Y es que parece ser que la entidad blaugrana se enteró a través de una entrevista que concedió el internacional francés a una revista de su país que había ‘fichado’ a un osteópata.
Está claro que la juventud de Dembélé y su entorno familiar -está viviendo un proceso de separación de sus padres- tampoco son el marco idóneo para facilitar una rápida adaptación. En este proceso sus compatriotas Samuel Umtiti y Lucas Digne hacen lo que pueden, pero Dembélé cuenta con un círculo cerrado de amistades. El gran peligro que el Barcelona va a intentar evitar por todos los medios es que Dembélé se convierta en el Nicolas Anelka blaugrana. Ya saben, un jugador con un grandísimo talento pero que por culpa de su carácter introvertido no supo adaptarse al Real Madrid y acabó siendo un estrepitoso fracaso.