Un Atleti tocado en el Camp Nou
Los rojiblancos acudían con mucha expectativa. Se marchó a ocho de LaLiga. Gabi: "Tenemos que levantarnos, queda mucha Liga".
Al final todo es cuestión de expectativas. El Atleti hace siete jornadas miraba LaLiga de lejos, a once puntos de distancia. Pero el Barça lo había acercado a cinco puntos. LaLiga, de pronto, ahí estaba, tan cerca. Hasta que llegó el partido. Si el Atleti llegaba creyendo, se va aferrado a una parte, la segunda. Pero se va tocado. Es por eso. La expectativa que, de pronto, tenían.
Que de pronto el partido estaba ahí. Y la esperanza formaba parte del equipaje rojiblanco al Camp Nou. Iba entre las botas, los balones, los conos de los ejercicios. En el traje negro del Cholo. Pero ese equipo que tumbó el Pizjuán se ahogó en Barcelona.
Y la sensación con la que se iba la expedición rojiblanca, mientras el Camp Nou, quedaba atrás en su retrovisor, es que LaLiga se quedaba también ahí, tan lejos. Y todo por esa primera parte. Con los cuatro centrocampistas, sin córners, sin disparos a puerta, sin pisar el área de Ter Stegen en 60 minutos, sus sombras.
Simeone se quedó con la segunda parte. Saúl y Giménez, los dos jugadores que pasaron ante los medios de comunicación tras el partido. Serios, no hundidos, sí fastidiados. Aferrados a esos 45 minutos en los que sí fueron ellos. Corazón, equipo, el Atleti. El Camp Nou alejó LaLiga. Todos los caminos que podían llegar a Neptuno a principio de temporada, ya sólo parece quedar uno: el de la Europa League. Una carta, para todas las expectativas. El sábado todavía eran dos. Y esa era la desazón que viajaba de regreso con el equipo rojiblanco entre sus maletas, a Madrid. Tocados, pero no hundidos. Pero, lo escribía Gabi en su Instagram de camino a Madrid: "Tenemos que levantarnos cuanto antes, queda mucha Liga". Lo dicho. Tocados, no hundidos.
