El cazador se llama Messi
Un golazo de falta del argentino en el primer tiempo tumba al Atlético y afianza al Barça en el liderato con ocho puntos de ventaja.
Llegó el Atlético dispuesto a cazar al Barça y se encontró con el gran cazador Leo Messi, que volvió a liderar al Barça en un triunfo fundamental por 1-0, que le permite distanciar al segundo clasificado en ocho puntos, más el goal-average, a falta de once jornadas. La Liga, parece volver a estar más cerca del equipo catalán tras el golazo del argentino, que reinó en un partido en el que el Barça supo primero dominar y luego sufrir cuando el Atlético sacó las garras.
Mientras que el Atlético salía con el mismo equipo que había ganado en Sevilla, Valverde apostó por Coutinho de salida como cuarto centrocampista demostrando desde el principio que el Barcelona iba a tratar de someter al Atlético con el balón. Y para dirigir este estilo de juego, nadie mejor que Iniesta, que mientras estuvo en el campo fue el dueño de la pelota. El capitán del Barcelona dio salida con criterio a todos los balones que le llegaron y mantuvo al equipo unido en la presión tras pérdida.
La concentración del Barcelona en el inicio del partido fue la de los días grandes. Los blaugrana apenas dejaban respirar a un Atlético que se veía incapaz de lanzar a sus puntas.
El Barcelona dominaba poco a poco y era como una mancha de aceite que iba empapando a un Atlético que si bien no pasaba apuros, cada vez defendía más atrás. Los barcelonistas tuvieron el gran susto cuando Iniesta sufrió un pinchazo en la cara posterior de su muslo derecho a los 22 minutos de partido. El manchego trató de seguir en el campo a toda costa, pero a los diez minutos tuvo que pedir el cambio.
En ese interín de tiempo que fue del pinchazo hasta que se marchó, Messi comandó las operaciones. Ya había dejado sentado un par de veces a sus marcadores, pero la jugada decisiva del primer tiempo se la inventó él solito. Tomó el balón en la frontal, desafió a Thomas que le tumbó donde le gusta tirar las faltas al argentino. La ejecución de la misma fue un prodigio de precisión y fuerza. El balón se fue alejando de Oblak que fue incapaz a pesar de su vuelo de evitar que el Barcelona se pusiera por delante en el marcador.
André Gomes entró por Iniesta y Coutinho ocupó el volante izquierdo desde donde puso de nuevo a prueva al portero del Atlético. Los visitantes, adelantaron sus líneas, pero Ter Stegen no pasó por momentos de apuro hasta el final de la primera parte.
Mucho tenía que mejorar el Atlético en el segundo tiempo, porque la derrota les alejaba de la pieza que con tanta insistencia habían perseguido en las últimas semanas.
En la reanudación, el Atlético adelantó líneas y el Barça empezó a vivir más cerca de Ter Stegen. El partido se ponía duro para los locales, especialmente después de que Thomas volviera a golpear en la pierna dañada de Piqué al tiempo que Correa entraba por Vrsajlko en una clara apuesta ofensiva de Simeone, que se fue a por el partido. Cinco minutos después redobló su apuesta dando entrada a Gameiro por Gabi.
Tal y como pasó con Iniesta, Piqué aguantó en el campo claramente mermado durante unos minutos en los que el Barça sudó tinta china, pero que superó gracias al trabajo estajanovista de Rakitic, que estuvo en todas partes.
Valverde dio entrada a Paulinho para tratar de sostener las acometidas del rival retirando a un Coutinho agotado. En la primera jugada con el nuevo barcelonista en el campo, Gameiro marcó, pero la jugada quedó anulada por fuera de juego de Costa como antes habían anulado otra a Luis Suárez.
Supo el Barcelona sobrevivir hasta el final y despejar el camino hacia el título. Evitó la caza gracias al mejor cazador del mundo, Leo Messi.
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