Pablo Longoria: el 'Niño de la Play' al que reclutó la Vecchia Signora

Pablo Longoria (Oviedo, 1986) nació solo 10 días antes que Ezequiel Garay. En 2008 recaló en el Newcastle y, tras su paso por el club de la Premier League, militó en el Recreativo de Huelva, Atalanta, Sassuolo y, hasta la fecha, en el todopoderoso Juventus. El domingo el Valencia hizo oficial su fichaje por cuatro temporadas. Llega a la Ciudad Deportiva de Paterna avalado por Marcelino. Por edad y vida nómada por diferentes clubes de España, Italia e Inglaterra, pudiera parecer el fichaje de un futbolista. Pero no lo es.

Pablo Longoria es un precoz ‘scouting’, un ‘enfermo’ del fútbol que, aconsejado por Víctor Orta, hizo de su pasión su profesión. Con 18 años se vinculó al grupo de ojeadores de Eugenio Botas, representante, entre otros, de su paisano Marcelino. Al técnico asturiano le conoce desde sus inicios, colaborando (aconsejando) de vez en cuando a Marcelino en sus años por Huelva, Santander, Zaragoza y en verano también en el Valencia.

Longoria, a quien en su etapa como secretario técnico del Recreativo (24 años) le apodaban con ironía andaluza el “Niño de la Play”, se ganó a sus críticos onubenses con el fichaje de Sinama Pongolle, que llegó a un recién ascendido procedente del Liverpool. Longoria, que habla seis idiomas (inglés, francés, alemán, italiano, portugués y español), trabajó durante cuatro meses como ojeador del Newcastle. Allí tomó nota de cómo organizar una secretaría técnica de primer nivel: 30 técnicos repartidos por todo el mundo y cinco millones de presupuesto para gastos del área de captación, entre personal, material audiovisual y tecnológico y desplazamientos.

“No soy partidario de firmar jugadores por vídeo”, comentaba Pablo Longoria en una entrevista concedida en Asturias. Ello no quita que en su casa en Oviedo tenga instaladas cuatro antenas parabólicas. Cada semana el joven técnico asturiano se graba entorno a 160 partidos, de los que cada día ve “siete u ocho”.

Pero, lo dicho, no incorpora a ningún futbolista sin antes haberlo visto varias veces en directo.Su agenda de contactos es tan amplía como cuños tiene su pasaporte y a ello, porque no es el único ‘scouting’ del fútbol español que se patea cada fin de semana estadios de aquí y allá, le suma su química con Marcelino.

Longoria, que estaba en las gradas del Stade de France el día de los atentados en París, llega a Valencia para ser la mano derecha de Mateo Alemany y de Marcelino en materia de seguimiento de futbolistas. El asturiano coordinará a partir de ahora las labores, viajes e informes de Vicente Rodríguez, Domingo Cataoria, Jorge López y Salva Grau.

El Valencia le incluye en su organigrama como director de Área Técnica, nomenclatura que no llega a tener rango de ‘Director Deportivo’ al uso, si bien, se ajusta a ese modelo inglés tan del agrado de Peter Lim, a quien Anil Murthy ha informado de la negociación con Longoria.

El modus operandi, sencillo: Marcelino dictará perfiles, Longoria le presentará opciones y Mateo Alemany ejecutará la elegida por el entrenador. Todo ello dentro de unos parámetros económicos que delimitará el Consejo. La propiedad. Lim. Siempre bajo el paragüas del consenso, término tan en boca como habitualmente en desuso en los años de Carboni/Quique, Rufete/Nuno, Pitarch/Ayestaran y Alesanco/Marcelino.