En Orriols no quieren volver a oír hablar de Medié Jiménez
La plantilla del Levante pasa página de la polémica arbitral en el derbi ante el Valencia y se centra en su próximo compromiso vital del domingo en Anoeta ante la Real Sociedad.
Borrón y cuenta nueva. No les queda otra fórmula a los levantinistas para seguir mirando hacia adelante y aunar todas las fuerzas posibles en busca de su único y principal objetivo de salvarse. Pero escuece. Y mucho. Porque lo que vivieron el pasado domingo en Mestalla será recordado durante años. Pero Muñiz y los suyos no pueden hacer ya nada más que pasar página y pensar en el siguiente partido. Y así se zanjó esta mañana el tema en el vestuario de la Ciudad Deportiva.
El derbi y Medié Jiménez ya son historia y en la mente de los azulgranas solo hay una palabra: Anoeta. Los capitanes y el técnico se encargaron de levantar a la tropa. Con el argumento lógico y habitual. Aunque suene a tópico, lo pasado pasado está, en el fútbol, como en la vida, hay que vivir el presente y al final los árbitros unas veces te dan y otras te quitan. Y en el Levante también lo saben ya que durante esta temporada se han visto perjudicados y beneficiados prácticamente a partes iguales. Sin ir más lejos en el mismo derbi, Róber Pier debió ser expulsado tras el penalti a Zaza. Ya tenía una amarilla pero Medié lo confundió con Luna y no vio la segunda, pudiendo así jugar en Anoeta.
Conjura. El grupo se centra ahora en seguir remando y a propuesta de los propios jugadores este jueves se marcharán de comida para hacer piña ante uno de los duelos que se antoja más importante en la temporada. Buen momento para zanjar los coletazos del derbi y también integrar más si cabe a los nuevos fichajes que fueron llegando en el pasado mercado invernal a Orriols.
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