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RAYO VALLECANO

Raúl de Tomás: “¿Un deseo? El ascenso, éste es el año perfecto”

De niño fue abonado del Rayo y ahora es su pichichi con diez goles. Le ilusiona marcar en Vallecas, donde está cedido por el Real Madrid.

De Tomás posa para As en la Ciudad Deportiva.
DANI SANCHEZ

—¿Cómo ve al equipo?

Bien. Hemos ido de menos a más y estamos fuertes ahora. Hay que dar un golpe sobre la mesa a domicilio, se nos están escapando bastantes puntos.

—Lleva diez goles... ¿Al nueve le ayuda este estilo de juego?

Sí. Uno de los motivos por los que vine fue la filosofía, con jugadores rápidos por las bandas, balones en profundidad... Estoy contento de haber caído en un equipo como el Rayo.

—¿Tienen una de las mejores delanteras de Segunda?

Sí. Somos uno de los equipos más fuertes y compactos, pero no sólo arriba, también en el mediocampo y atrás.

"Mi padre me llevaba a ver al Rayo, recuerdo a Lopetegui con la gorra"

Su infancia

—Pero usted ya conocía el Rayo, de pequeño era abonado.

Yo soy del Madrid, pero entonces mi padre no podía pagar los pases del Bernabéu y decidimos ir al Rayo. Fue él quien me llevaba al campo. Pasé de ver los partidos desde fuera siendo niño a jugar dentro y esa sensación me hace mucha ilusión.

—¿Qué recuerda de entonces?

A Lopetegui con la gorra. De pequeño me gustaba ponerme de portero y me fijaba en él.

—Jugó de medio en el San Roque y el Madrid se fijó en usted.

Era el equipo de mi barrio. El fichaje se fraguó en un derbi San Roque-Alameda de Osuna. Un ojeador preguntó quién era mi padre y le dijo que había un torneo social, participé y me llegó una carta de que empezaba la pretemporada con el Alevín B.

"¿Regresar al Real Madrid? No le cierro las puertas ni ellos a mí"

Su futuro

—Y con Ancelotti debutó con el primer equipo.

Fue un sueño hecho realidad. Nunca lo olvidaré. Me di cuenta de que los jugadores más grandes, con Champions y Mundiales, eran muy humildes.

—¿Quién le sorprendió más?

En la mesa me sentaba al lado de Cristiano, Coentrao… los portugueses. La gente puede pensar que son extraterrestres, pero hablan de las mismas cosas que los demás.

—Su forma de moverse por el campo y de lanzar las faltas recordaba a la de Cristiano…

De pequeño me decían que me parecía a Cristiano, otros que quería parecerme a él… La gente puede pensar que lo hago a propósito, pero no, soy así. Y es bueno que te comparen con un jugador de esa talla.

—¿Cree que la gente tiene una imagen errónea de usted?

Sí. Soy tímido y de primeras piensan que soy chulo, que no hablo porque no me interesa el otro y no es así. Tengo carácter, pero ninguna maldad. Soy un trozo de pan, humilde, tranquilo... y pido perdón a quien haya podido ofender.

—¿Aún sueña con triunfar en el Madrid?

Tendré posibilidades hasta cierta edad. No le cierro la puerta, ni ellos a mí. Mientras haga las cosas como tengo que hacerlas y ellos estén satisfechos siempre habrá opciones.

—Allí le llamaban 'dragón blanco'...

Me lo pusieron los periodistas cuando jugaba en el Castilla y luego algún compañero me hacía bromas con eso.

—Usted lleva el gol en la sangre, su padre fue delantero en varios equipos de Segunda B.

Él era más un mediapunta con llegada. Tengo que agradecerle todo a él y a mi familia. Me acuerdo de los consejos de mi abuela, que falleció... ¡Y mi abuelo viene a Vallecas a verme! ¡Y a veces también fuera!

—Su hermano está en el Rayo.

Rubén tiene 17 años y juega en el Juvenil B. Él viene conmigo a donde voy. El año pasado estuvimos viviendo en Valladolid y ahora está en Madrid.

—Dicen que usted es disciplinado y tiene un entrenador personal.

Cuando salí del Madrid tomé esa decisión. Llevamos así tres años y es una persona importante para mí porque compartimos 24 horas al día. Pablo me ayuda con entrenamientos, nutrición, motivación... He aprendido a no castigarme tanto por los fallos y los uso para crecer.

—¿Un deseo?

El ascenso. Es el año perfecto. Las cosas se están haciendo bien, hay un buen equipo y este es uno de los vestuarios más sanos y humildes en los que he estado. Mucha gente puede pensar que el Huesca ya está ascendido, pero yo no estoy de acuerdo. Pierdes dos partidos y todo se ve negro.

—¿Y la polémica en Valladolid?

Dije lo que sentía en ese momento y prometí una cosa que luego no cumplí. Puedo entender que la gente se sienta molesta. Quiero que sepan que guardo mucho cariño a la ciudad, al club y a la afición porque me han hecho crecer.

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