Ignasi Miquel: "Demichelis nos contó cómo se salvaron ellos"
Ignasi Miquel vino en diciembre para sustituir al lesionado Juankar. Su llegada ha potenciado una defensa que era un coladero.
- ¿Cómo surgió lo del Málaga?
- Es un poquito rápido. Es normal que te sigan porque el Lugo lo está haciendo bien y tú sabes que estás rindiendo. Fue a finales de noviembre o algo así y todo se aceleró. Pasó en dos o tres días. Es de eso que te dicen: ‘Mira, el Málaga te está siguiendo’. No quería dar un paso de más porque al final eso es lo que te aleja del día a día y no quería que afectase a mi rendimiento. Fue después del partido que jugamos aquí contra el Sevilla Atlético. Me dijeron ‘quieren pagar la cláusula y te quieren para esta semana’. Hablé con el club y con el entrenador y les dije que mi decisión era irme. Fue difícil para mí dejar todo tan rápido. Pero con ilusión porque es un paso que lleva uno trabajando tiempo para conseguirlo. Fue bonito y difícil a la vez.
- ¿Era consciente de la difícil situación del Málaga?
- Claro que lo era. Pero creo que todo futbolista debe ser ambicioso. Sabía que iba a cambiar una situación donde todo era muy bonito e íbamos segundos y que era un año increíble a otra donde estás abajo, vas a sufrir y tienes que cambiar de dinámica. Eso es crecer y seguir creyendo en ti mismo dando pasos adelante en tu carrera. Tenía en la cabeza que, si daba el paso de ir a Primera, no sería a un equipo que iba décimo o decimosegundo. Sabía que iba a ser un cambio drástico y difícil. Creo en mí mismo y la primera semana que estuve aquí ya vi cómo era el equipo y vi que puede salir adelante.
- Suponemos que no habrá sido fácil para ustedes el cambio de entrenador y estos dos puntos sumados en tres partidos vitales.
- Por supuesto que no es fácil. Siempre es difícil. No gusta porque sabemos que parte de la culpa de que un entrenador se vaya es del vestuario, de los jugadores. Es difícil para todos. Y este entrenador nos ha traído una nueva inyección de confianza, de creer y de seguir adelante. De positivismo. Y esas son las cosas que te van a ayudar a salir de esta. A pesar de que aún no hemos ganado con José, creo que el equipo ha mejorado y que estamos creciendo.
- Lo primero que hizo José fue exponerles la dura realidad de la situación.
- Estamos en una situación nada bonita. Seguimos ahí abajo y obligados a ganar y sacar puntos. Si no aceptamos esta realidad no vamos a sacar esto adelante porque decimos que quedan muchos partidos, pero como sigamos dejando pasar oportunidades van a quedar menos y estaremos con el agua al cuello. Lo primero es aceptar y saber dónde estamos y a partir de ahí trabajar para intentar cambiar el rumbo.
- ¿Se está viendo otra cosa?
- La sensación en el campo es que sí. Contra Eibar y Girona sabíamos lo que debíamos hacer. Un trabajo serio. Ves en el equipo un cambio de actitud y de mentalidad, tener agresividad y ser más contundentes. Un punto sirve pasa sumar, pero en ambos partidos merecimos más. Y ante Las Palmas nos faltó suerte en momentos claves. Estamos mereciendo más.
- ¿Ignasi Miquel es central zurdo nato?
- De pequeño era lateral izquiedo. En el Cornellá me pusieron de central. No fue difícil adaptarme.
- Es el emblemático puesto de Weligton, una leyenda en el Málaga.
- Me han hablado de él y le he visto jugar muchos años. Un central de los que son efectivos y contundentes. Con tranquilidad. Centrales de los que se necesitan en cualquier equipo. Si ha jugado tantos años por algo será. Siempre tuvo una constancia. Y cuando un central es agresivo y sabe jugar da mucho a cualquier equipo.
- Weligton mantuvo grandes duelos con Messi.
- Sí (risas). Sabemos que con Messi, si no eres agresivo y el más fuerte, no eres capaz de pararle. Incluso dándole no puedes pararle. Un central agresivo y que vaya fuerte tiene respeto. A un equipo le da mucho.
- ¿Echan cuentas?
- Echar cuentas no te vale. Debes tener en la cabeza que tienes que ganar. Una cosa no quita la otra. No es bueno y más cuando queda mucha Liga. No podemos dejar de pasar más oportunidades.
- El Espanyol de Pochettino y el Zaragoza de Manolo Jiménez se salvaron en circunstancias parecidas.
- Hace poco Martín Demichelis nos contó que cuando llegó el equipo iba último y que estuvieron enero y febrero sin ganar. Perdieron todos los partidos. Después ganaron siete partidos y se salvaron sin problema. Siempre están las estadísticas. Tenemos que creer.
- ¿Cómo fue su experiencia con Wenger en el Arsenal?
- Es el ídolo, el icono del Arsenal. Lleva 22 o 23 años. Es una santa barbaridad. Impresiona la primera vez que le ves. Era un chiquillo de 15 años y ver lo que ha ganado y su historial... Fue una impresión muy grande. En todo momento me sentí perfecto allí. Te sientes como en casa. Esa experiencia en Inglaterra y en el Arsenal es de lo mejor que he tenido en mi vida. Tengo 15 partidos oficiales con el Arsenal y jugué en todas las competiciones, incluida la Champions. Debuté contra el Olympiacos.
- ¿Cómo es Wenger?
- Es una persona que te dice lo que piensa y hasta donde cree que puedes llegar. Lo que piensa de ti mismo y espera de ti. Lo bueno es que confía en los jóvenes y eso no es fácil de ver en muchos equipos. Es buena persona.
- ¿Qué legado le ha dejado?
- Sobre todo la manera de formar parte de un equipo, de un vestuario, lo que es crecer en conjunto. El Arsenal siempre ha sido un equipo que se caracteriza por sacar gente joven.
- Del Arsenal al Leicester...
- En Leicester estuve cedido un año. Me lesioné durante un mes y a partir de ahí el equipo iba como un tiro. Once partidos seguidos ganando. Tal y como estaba el equipo me costó más. Jugué un par de partidos. Volví al Arsenal. Te das cuenta de que ya no confían tanto en ti. Me fui al Norwich. Me vendieron. Fue otra mala experiencia porque en ningún momento vi una manera de seguir creciendo. Estaba solo y con 22 años. Fue un año muy malo pero aprendí mucho. Necesitaba aires nuevos, partir de cero, empezar a jugar. Luego me fui a la Ponferradina. Empecé jugando. Pero llevaba año y medio sin jugar y me costó. Hubo una época, en invierno, donde me notaba que físicamente no aguantaba. Llegaba al partido bien pero me costaba recuperarme. Es algo muy duro que no deseas a nadie.
- En Lugo las cosas le fueron mejor.
- Fue una muy buena experiencia. No me esperaba este nivel que hemos tenido. Al principio del año pasado empezamos muy bien y nos quedamos en esa zona de estar a cinco o seis puntos del playoff. Es un sitio donde he podido crecer más como jugador.