Los 5 ‘agujeros negros’ que aterran ante la visita del PSG
A diez días de la eliminatoria de Champions, el Madrid protagonizó otro fiasco en el que repitió los errores que le han condenado en Liga y Copa.
El nuevo fiasco del Real Madrid, esta vez contra el Levante, ha esfumado el optimismo generado tras las goleadas al Deportivo (7-1) y al Valencia (1-4) y, de paso, hace al madridismo mirar al PSG con terror. Los de Zidane tropezaron en Orriols con las mismas piedras que les han condenado en Liga y les han apeado de la Copa. Se pusieron dos veces por delante en el marcador, incluso gobernaron el primer tramo del encuentro con aplomo, pero fueron incapaces de cerrar el choque. Este nuevo colapso del Madrid fue provocado por unos ‘agujeros negros’ que se llevan repitiendo toda la temporada y que, de no cerrarlos, amenazan con devorar al equipo en la exigente eliminatoria de Champions contra el PSG, que da inicio el próximo 14 de febrero.
-Mal repliegue defensivo.
El partido ante el Levante volvió a dejar en evidencia la capacidad de repliegue del Madrid ante los contragolpes del rival. Ha sido una constante en la temporada y en Orriols se repitió una escena de desorganización que se hizo más evidente por tener a la bbC, trío que parte al equipo por su renuencia a las tareas defensivas. Zidane explicó el empate poniendo el foco en el segundo gol del Levante (“No nos tenían que haber metido ese gol”), pero lo cierto es que en el partido del Ciutat de Valencia se pudieron contabilizar hasta cinco situaciones de ventaja numérica de los azulgrana por un repliegue lento y defectuoso.
Los dos goles del Levante fueron en una contra. En el primero, un pase de Lukic a la espalda de Ramos dejó a Morales delante de Keylor, que rechazó su remate pero le llegó a Boateng, que hizo el 1-1. Muñiz se percató de la brecha defensiva del Madrid y del 4-1-4-1 inicial pasó al 4-4-2, con Roger y Pazzini arriba. El italiano, que debutaba con el Levante, selló el 2-2 en otro contragolpe... Zidane fue preguntado por estos constantes desajustes y sólo acertó a decir: “Significa que hay que trabajar más todavía. Esto es el fútbol y el rival está ahí, pero el segundo gol lo podemos evitar. Esto me molesta porque lo trabajamos durante la semana”. Ante el PSG, que cuenta con balas como Neymar, Di María o Mbappé, este tipo de descuidos serían fatales.
-Sin presión tras la pérdida de balón
El Madrid salió al Ciutat de Valencia en modo dominador, con solvencia y confianza. Pero después de que Ramos marcara el 0-1, perdió concentración y empezó la falta de orden. Jugadores como Marcelo o Kroos protagonizaron varias pérdidas de balón que no tuvieron como continuidad la presión del equipo. El que más balones perdió fue Carvajal (19); el brasileño, 15 y el alemán, 10. Esa presión tras pérdida es un concepto que se echa en falta en este Madrid (en el Barça de Valverde es una constante, por ejemplo). Cuando el equipo pierde un balón, parece desencajarse. En este aspecto, el que queda más señalado es Marcelo, casi siempre descolocado por su tendencia a irse arriba y a descuidar la espalda. Zidane deberá poner acento en corregir este concepto si quiere plantarle cara al PSG.
-La falta de efectividad y gol
En muchos partidos de la pasada temporada, esos descuidos atrás eran compensados con la pegada arriba. Pero en este ejercicio, el que era gran arma del Madrid parece haberse encasquillado. Y ante el Levante volvió a hacerse patente. Los madridistas acabaron el encuentro con 23 remates, de los cuales sólo nueve fueron a puerta, y dos acabaron en gol. Si pasamos de lo genérico a lo concreto y atendemos a la bbC, el mal se acentúa. Cristiano remató siete veces, Benzema dos y Bale se marchó del campo sin haber disparado ni una sola vez. Los tres se fueron sin marcar… Inquieta en el madridismo esa humedad en la pólvora del tridente (en el caso de Benzema es alarmante; sólo lleva dos goles en Liga) a menos de dos semanas para el primer duelo contra el PSG.
-Malos finales de partido
El Madrid, con la entrada de Isco y el regreso el 4-4-2, pareció reordenarse y hacerse con el control. El equipo enhebró juego y ocasiones hasta que llegó el 1-2 del malagueño. Pero a los de Zidane se les fue el encuentro en los últimos minutos. Con 1-2, Zidane quitó a Cristiano, dio entrada a Asensio, el Levante se envalentonó y el partido entró en una fase de locura que acabó con el Madrid sobrepasado, encajando el empate y perdiendo dos puntos. “Hay que saber manejar los tiempos. No te pueden empatar a falta de cinco minutos para el final, hay que tirar de experiencia, perder tiempo…”, se quejaba Ramos al finalizar el partido. Pero este no es mal de un día. El Madrid perdió ante el Betis (0-1) con un gol de Sanabria en el 94’, se dejó empatar contra el Fuenlabrada (2-2) con un tanto de Portilla en el 89’, Maxi Gómez marcó en el 82’ el empate a dos final del Celta-Real Madrid, el Numancia, en Copa, aprovechó otra ‘desconexión’ de los blancos para sacar un empate del Bernabéu en el 82’ y el Villarreal silenció Concha Espina en el 87’ con un tanto de Fornals… El Madrid no sólo no gana puntos en el tramo final de los partidos, sino que los pierde. Como ante el Levante…
-Una plantilla de 15 jugadores
Si algo caracterizó la temporada pasada al Madrid de Zidane fue la profundidad de la plantilla y su capacidad para ser protagonista. El técnico supo mantener a todos enchufados y le salió bien. Pero este año, esa llamada ‘segunda unidad’ cambió. Las bajas, fundamentalmente, de Morata, James y Pepe han empobrecido el armario y Zidane ha sido reacio a recurrir al banquillo. Esto ha derivado en una especie de círculo vicioso donde la no confianza del técnico en los suplentes les ha provocado un profundo desencanto que influye en su juego (son conscientes que hagan lo que hagan, los titulares jugarán en los días grandes), y a su vez el francés no tira de ellos porque cuando han tenido la oportunidad de jugar no han llamado a la puerta. Ante este escenario, a la hora de afrontar partidos de exigencia, Zidane confía en sus titularísimos y, después, sólo echa mano de Asensio, Lucas Vázquez y Kovacic (ahora también entraría Isco debido a que la recuperación de la bbC le ha devuelto al banquillo). Un ‘adelgazamiento’ futbolístico y anímico que puede jugar en contra del equipo en la eliminatoria de Champions contra el PSG.