Aitor Fernández evita la victoria del Rayo Vallecano
Ambos equipos empataron en un partido que prometía mucho a priori desde el pitido inicial pero no supieron rematar las distintas ocasiones que tuvieron.
Numancia y Rayo Vallecano siguen a la misma distancia. Iguales. Ambos equipos empataron en un partido que prometía mucho a priori desde el pitido inicial pero no supieron rematar las distintas ocasiones que tuvieron. Durante todo el partido dieron ambos equipos que podían llegar con peligro al área rival. Igualados en muchas facetas del juego, excepto la posesión que en esta primera mitad fue para los de Michel, Numancia y Rayo quedaron retratados por las semejanzas. Las ocasiones del Rayo fueron protagonizadas por Trejo, con disparos centrados que atajaba Aitor o por Embarba pero sin encontrar rematador final. Mateu estuvo muy incisivo en la primera parte del encuentro. Sus acciones llevaban con peligro el balón aunque la ocasión más clara fue la protagonizada por Dani Nieto y Manu que tras una serie de pases se encontraron con la manopla de Alberto que tocó lo justo para evitar males mayores. A medida que pasaban los minutos no caía la intensidad del partido pero si las acciones de peligro, esperando ambos equipos al descanso para trazar una nueva estrategia y estrenar el marcador.
Pero tras el descanso se vio más de lo mismo. Ocasiones hubo pero sin incidencia real para lograr marcar. La jugada más clara fue una del Rayo Vallecano que salvó Aitor Fernández en doble intervención. No sólo demostró ser buen portero por los reflejos y colocación, recuperó la posición como mandan los cánones evitando el tanto visitante. Embarba se fue de tres jugadores contrarios y su disparo lo paró Aitor a ras de suelo, el balón cayó a Trejo que de fuerte disparo de nuevo se encontró con los puños de Aitor. El Numancia tuvo ocasiones y la más clara la erró Pere Milla. Tras un centro de Mateu que se paseó por el área del Rayo, el balón llegó a Nacho que centró raso a Pere Milla y en el área pequeña y ante Alberto tiró fuera. Otra buena oportunidad fue para Guillermo. Arrasate había movido ficha con los cambios y el delantero se quedo en velocidad en el mano a mano con el cancerbero rival, sin percatarse de que en el recorte que intentó Dorado le ganó la partida y evitó el remate del delante. En los instantes finales ambos equipos hicieron un quiero y no puedo que no fue suficiente para lograr el gol y firmar así un empate que no contenta ninguno de los dos equipos.