Diego Costa volverá a rondar suelto por la pradera del Metropolitano mañana. El brasileño ha cumplido un partido de sanción en la Liga y retoma la competición, otra vez, con ganas. Ajustó su punto de mira frente al Lleida y el Getafe y quiere cumplir el mensaje que lanzó en su presentación: “Podemos hacer algo bonito esta temporada”. Para empezar, la Copa, pero delante está un gran rival al que Costa se le da bien. Fue hace casi cinco años, en una semifinal de Copa y contra el Sevilla, cuando el de Lagarto hizo tres de los cuatro goles del Atlético para darle la clasificación para la final. En la ida, en el Calderón, los colchoneros ganaron por 2-1 en un partido durísimo y que terminó con tres expulsados. Costa hizo de penalti los dos goles del Atlético y Negredo, también desde los once metros, el del Sevilla de Emery. Quedaba aplazado el desenlace al partido de vuelta y en el 5’ apareció, de nuevo, Costa. El ariete porfió y le robó la cartera a Fazio y a Botía con una gran maniobra al borde del área que redondeó con un disparo cruzado que superó a Beto. Falcao hizo el segundo en el 28’, aprovechando precisamente una asistencia del hispanobrasileño. El Sevilla tiró de orgullo y juego y llegó a equilibrar con tantos de Navas y de Rakitic, pero no pudieron frenar al Atlético, que sumaría su décima Copa del Rey en el Bernabéu y ante el Real Madrid, uno de los goles fue también de Costa (1-2).
El Sevilla es, junto a Osasuna, la víctima predilecta de Costa. A ambos les ha hecho 9 goles. A los andaluces en once partidos, mientras que a los navarros en seis. El internacional español le ha marcado seis goles con la camiseta del Atlético; dos, con el Rayo y uno, con el Valladolid.