Tres partidos hacía que el Lugo no conseguía una victoria y se notó en la celebración de este sábado. Se impusieron al Reus en un choque parejo en el que fueron más efectivos y supieron sufrir en los minutos finales.
Marcar primero es siempre bueno, pero si estás en dinámica negativa y el partido lo domina el rival, todavía es mejor. Eso es exactamente lo que le ocurrió ayer al Lugo, que se fue al descanso con ventaja en el marcador tras una gran jugada de Cristian Herrera. El Reus dominó los primeros minutos con una alineación revolucionaria en la que López Garai dejó a varios de sus hombres más importantes en el banquillo, pero pecó en lo de siempre: la efectividad. Pese a que rondaron el área de Juan Carlos durante toda la primera parte, a los delanteros les faltó siempre un palmo para llegar al balón o conectar un buen remate. A la zaga del Lugo en cambio le sobró oficio, especialmente a Bernardo, que fue un incordio para Máyor. Pero un robo en el centro del campo de Seoane lo convirtió Cristian Herrera en el primer tanto del partido: combinó con Luis Ruiz que le puso un centro buenísimo al corazón del área. En la última jugada de la primera parte, en otra contra, pudo irse el Lugo con mayor botín al descanso.
El Reus fue más atrevido tras el descanso, con Carbia buscando balones a la espalda de la defensa del Lugo, pero el equipo gallego estaba perfectamente plantado en el partido. Sufrieron en alguna acción por banda, pero las faltas e interrupciones impidieron que el juego fluyera en la dirección que le interesaba al Reus. Los catalanes dieron entrada a Yoda y Lekic (dos delanteros) pero fue Badia quien tuvo que salvar a su equipo tras una contra conducida por Kravets y rematada por Albarracín. Lekic, en el 80’ y tras un sombrero a Josete, tuvo la más clara para empatar y Yoda obligó a Juan Carlos a lucirse en el 87’.
