Las razones de la resurrección del Athletic
Ziganda ha dado al fin con la tecla. ¿Qué ha cambiado para que lo que antes era vulgaridad empiece a convertirse en fútbol bien mascado?
El Athletic completó en el derbi ante el Alavés la mejor media hora de la temporada. Fútbol elaborado de la mano de Iturraspe, con Rico haciendo la labor sucia. Estas son las razones de la transformación:
Gente con hambre: Cuatro futbolistas intocables para el técnico como Arrizabalaga, Balenziaga, Núñez y Muniain estaban fuera por lesión en el derbi. Sus sustitutos, Herrerín, Saborit, Etxeita y Susaeta, estuvieron a la altura, demostrando que van a pelear por el puesto aunque lo tengan complicado. El ejemplo de Rico les ha animado: si trabajas, puedes revertir la situación.
La bendita estrategia: 154 córneres después, el Athletic volvió a marcar en un toque tras saque de esquina. No fue como lo había dispuesto Ziganda en la pizarra (estaba previsto remate de cabeza), pero Etxeita se sacó el recurso del bote pronto y, ayudado por Maripán, envenenó una parábola a la red. Dio mucha serenidad.
Iturraspe-Rico: Cuco ha demostrado que no es un tipo de ideas fijas. Vesga era su gran apuesta y tras unas cuantas oportunidades, ha dado su brazo a torcer. También con San José, que aún no está fino. Rico estaba pidiendo a gritos una oportunidad y su sociedad con Iturraspe es de hierro. Uno crea y el otro destruye. la ley del fútbol. Itu da salida de balón, lo utiliza con criterio, pausa, ordena, manda, equilibra... Lideró la rapidez que se imprimió en cada acción, el juego a un toque y los cambios de orientación. A todo trapo, como con Valverde. Lo va a tener crudo Beñat si sigue así.
Seguridad atrás: El equipo lleva un gol recibido en seis partidos (contando uno de Europa) y fue en propia puerta (Laporte). Además, no es que fuera doloroso (se ganó al Levante por 1-2). Laporte no para de crecer, los porteros son los mejor del año hasta ahora y la línea defensiva se ve beneficiada por el mayor trabajo en la presión de los otros dos sectores más adelantados.
Susaeta: Hasta San Mamés no tuvo más rendirse que rendirse a su trabajo en la recuperación y su inteligencia en el pase. Acomodado a la izquierda, ayuda un montón al lateral de ese lado y se infiltra entre líneas en movimientos al espacio que son dinamita.
Más valiente: Al equipo aún le falta dar un paso al frente cuando se adelanta en el marcador. Por eso sufre. Pero ante el Alavés, con el colchón del gol en el minuto 8, no cejó en su empeño, hasta el regalo arbitral del penalti. Tuvo varias ocasiones para ampliar la ventaja. Esta vez se vio un conjunto sin temor a especular, pendiente del pozo de la clasificación. Si muchos sostenían que los buenos resultados traerían buen juego, por fin parece haberse confirmado esa predicción.
Las bandas: Funcionan como puñales. Y mucha culpa de ello la tiene De Marcos. Williams se siente muy cómodo con su escudero protegiéndole las espaldas. Así que encara una y otra vez. Pero es que Óscar estuvo igual o mejor más adelantado en partidos anteriores, cerca del área tirando diagonales. El equipo no se anduvo por las ramas, fue directo, con presión arriba y buscando la portería, sin conceder al rival, sin darle respiro.
Aduriz: Se cobró su víctima 35 en LaLiga. Lleva 15 goles este año, una barbaridad, y jugando minutos como si fuera un chaval. Lanzó el penalti a Pacheco como quien come galletas.
La picardía: Una acción que no tenía nada de Raúl García sirvió para un penalti ficción y para asegurar la victoria. El gen competitivo vuelve a surgir del lado de los veteranos. Para eso están, entre otras cosas. Al navarro le lanzas un melón y es voraz en el área. Siempre saca algo.
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