Higinio hurga en la herida defensiva de la Cultural

No hay quien tire al Numancia del caballo. Ni siquiera dos goles de renta en contra. Hace un mes remontó para ganar en Zorrilla y ayer en León se apresuró para empatar un partido que tenía perdido. Saltó Higinio entre los centrales para cabecear a gol y, de paso, convertir la duda local en certeza: la Cultural pide a gritos un defensa central.

La hemorragia goleadora en su contra le costó dos nuevos puntos al cuadro leonés, que volvió a mostrar dos caras en ambos lados del campo. Su rutilante inicio presagiaba una tarde divertida. Moutinho llenó de razones a los valedores de su fichaje.. De los pies del debutante salieron las ocasiones más peligrosas, siempre en las cercanías de Aitor. Por la derecha, por la izquierda y por encima de su portería se perdieron los claros remates de Yeray, y de Rodri, en un malogrado escorzo cuando expiraba una primera parte que el Numancia supo revertir con el ritmo adecuado y una presión alta que dificultó la académica propuesta culturalista.

El choque volvió a agitarse en la reanudación con Buendía tomando la alternativa y apareciendo en posición de remate en la acción que dio paso a todo lo demás. También a la polémica. El chut del argentino fue desviado, por un defensa o por Señé, que estaba en fuera de juego. El asistente desautorizó a su asistente y acto seguido vio "piscinazo" y no derribo de Viti sobre Íñigo.

El marcador quedó tan abierto como el juego que llevó a Moutinho a un claro remate ante Aitor que mando fuera. Fue la última intervención del suizo en cuyo lugar accedió Guarrotxena que puso en la cabeza de Señé el tanto que sonó a sentencia.

Lo sería en cualquier escenario, pero no en el Reino. El Numancia recurrió a su gen ganador. Íñigo cazó un balón en la frontal para que su disparo fuera desviado por Zuiverloon a gol y después de el poste repeliera el chut de Calvo, la zaga blanca miró en el envío de Mateu y en el testarazo del "9" rojo.