Aquel 'lanzamiento de cuernos' sucedió en el derbi del 20 de abril de 1980, que el Betis ganó por 4 a 0 con dos goles de Morán y un tanto de López y Biosca. Luis Cid Carriega entrenaba a los béticos y Miguel Muñoz a los sevillistas. Desde la grada de Gol Sur cayó al lado de Superpaco una cornamenta, que el portero mostró al árbitro de aquel encuentro, el hoy presidente del Comité Técnico de Árbitros Victoriano Sánchez Arminio. Arminio lo reflejó en el acta. "Y también me dispararon con una escopeta de plomillos. Uno se me quedó clavado en un guante y otros me pasaban silbando por el lado”, añadió el exportero.
Menos fuertes, pero también contundentes, fueron las declaraciones del exguardameta sobre el favoritismo en el partido de máxima rivalidad del próximo sábado: "Lo normal es que gane el Sevilla, porque tiene mucho mayor presupuesto y mejores jugadores. Un jugador del Sevilla cobra mucho más que uno del Betis. A un partido puede ocurrir que a un equipo le salga todo y al otro nada, que llegue un penalti… pero lo normal es que el Sevilla gane los dos duelos”.