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ESPANYOL

Pau y Diego: un 2018 con intercambio de papeles

Quique afronta un problema si el canterano no renueva, aunque aún tiene otra reunión con el club. Una solución podría ser que el técnico le dé la segunda vuelta a Diego.

Diego López y Pau López.
GORKA LEIZA

A partir del próximo martes, día 1 de enero, Pau López es libre de negociar su futuro con cualquier club. El portero gerundense, internacional Sub-21 y uno de los metas con más proyección de LaLiga, no ha contestado aún a la oferta de renovación que le presentó el club el pasado 4 de octubre, cuando se iniciaron los contactos para prolongar su vínculo con la entidad blanquiazul varias temporadas más. Aunque su rendimiento no es cuestionable, de hecho ha sido el futbolista más regular del equipo en las 17 jornadas disputadas, el aspecto deportivo adquiere en este mes de enero otra tonalidad.

Jordi Lardín, director deportivo, comentó hace un mes y medio que había una fecha límite para que el meta renovase. Esta fecha límite era de forma oficiosa el 1 de diciembre, aunque se ha alargado hasta 2018. Ambas partes tienen pensado sentarse nuevamente con el año nuevo, pero en el club perciben que su renovación es casi un imposible. La pelota estará ahora en el tejado de Quique Sánchez Flores, quien deberá decidir quién es el meta titular. Preguntado recientemente por esta tesitura, dejó claro que las decisiones deportivas van por delante de las de club, por lo que es probable que Pau se mantenga en la portería al menos los dos próximos partidos ante Málaga y Athletic, semanas en las que Diego López jugará ante el Levante los dos encuentros de Copa del Rey.

Es precisamente en ese momento cuando Quique podría plantearse el cambio en la portería. Una solución que no es nueva. El técnico siempre ha reconocido que tiene dos grandes porteros, y Pau empezó el año jugando debido a la lesión de Diego López, quien ya lleva tres meses recuperado y tendrá los dos encuentros de Copa para rodarse. El técnico podría utilizar una fórmula, ya utilizada, de dar entrada al nuevo portero en la segunda vuelta, con tal de que ambos se repartan los minutos y los partidos de la temporada. Una solución salomónica, que además es coherente con el pensamiento del director deportivo y del club por confiar en el portero que tiene contrato más a largo plazo.

En el Espanyol ya ocurrió una situación parecida en la campaña 2005-06 entre Carlos Kameni y Gorka Iraizoz. El camerunés jugó las primeras 18 jornadas de Liga y se fue a disputar la Copa de África. Cuando regresó, se convirtió en el portero de la Copa y fue Gorka Iraizoz el que acabó la temporada, disputando los 20 encuentros restantes. Una fórmula que podía repetir Quique.