“Jorge Valdano salía mucho en el As. ¡Hablaba muy bien!”

¿Recuerda cómo llegó a España?

Llegué desde Marruecos porque unos directivos del Granada pidieron a Larbi Ben Barek (leyenda del Atlético de Madrid en los años 50 del siglo pasado) que intercediera ante mis padres para que me dejasen marchar a España. No somos familia pese a la coincidencia de nombres porque ‘Ben’ significa en árabe ‘hijo de’ y ‘Barek’ era el nombre de su padre y del mío. Después pasé al Málaga, donde desarrollé el resto de mi carrera como jugador.

¿Qué recuerdos tiene Abdallah Ben Barek del diario As?

En mi etapa como futbolista no tuve la fortuna casi de salir en el As porque el periódico se fundó en 1967 y yo me retiré en 1968. Mis coincidencias han sido como entrenador y después como consejero consultivo en el Málaga, que en aquellos años era un equipo ascensor. Subía y descendía de Segunda a Primera. ¿Sabe una cosa?

Diga.

Me hubiera gustado haber salido en la crónica del As del España-Marruecos valedero para clasificarse para el Mundial de Chile en 1962 (se jugó en noviembre de 1961). En el partido de ida quedamos 0-0. La vuelta fue 3-2 para España pero se lo pusimos muy difícil. Ese día marqué y el otro gol lo consiguió Riahi que jugaba en el Córdoba. ¡Hicimos sufrir a España!

Siempre ha dicho que los mejores jugadores que ha visto han sido Larbi Ben Barek, Di Stéfano y Messi.

Di Stéfano era único. Echaba unas broncas tremendas a sus compañeros durante los partidos porque esperaba de ellos que trabajasen como él. Les decía: “¡pibe!” y “¡qué hasé vos!”. Un jugador muy grande. Irrepetible.

¿Y cuándo hablaron de usted en el As por primera vez?

Creo que en 1975. Había llegado a un acuerdo para entrenar al Atlético Madrileño, el filial del Atlético de Madrid, que entonces estaba en Tercera División (no existía todavía la Segunda B que se creó en 1977). Me llamó José María Zárraga, que fue jugador del Real Madrid y era el gerente del Alavés, y me propuso fichar. Entonces hablé con el Atlético para que me liberasen del compromiso. No me pusieron ningún problema. Y me fui para Vitoria. La noticia salió en los periódicos y por supuesto en el AS.

¿Cómo fue su relación con este periódico?

Fue de maravilla. Ecenarro, que era el corresponsal en Vitoria, me llamaba todos los días para interesarse por cómo iba el equipo. Entonces las relaciones con la prensa eran muy cercanas. Ese año fichamos a Jorge Valdano, que tenía 19 años. Era todo un ejemplo como jugador. ¡Cómo se expresaba! Fui su primer entrenador en España.

Suponemos que sería un filón para la Prensa.

Pues imagínese. Ya desde joven hablaba muy bien y salía casi siempre en el periódico. Ya desde ese momento sabíamos que podía hacer cosas importantes en el fútbol. No iban muchos periodistas a los entrenamientos y con los que acudían las relaciones eran de mucha cercanía.

¿Y qué es lo que más le gusta del diario As?

Es un referente para el deporte. Yo lo primero que hago cuando lo cojo es leer la información sobre el Málaga. También me gusta leerlo todos los lunes que es cuando salen los resultados de los partidos, las clasificaciones y las crónicas. Al Málaga siempre le ha tratado bien y con mucho respeto.

Tras su paso por el Alavés, dirigió a varios equipos más y también a la selección de Marruecos entre 1985 y 1987.

Como entrenador estuve en el Granada y con el Málaga y mi relación con la prensa y en particular con el AS también fue muy cercana y amistosa.

¿Y ahora a qué se dedica?

Soy consejero consultivo del club y desde que ocupo este cargo As me ha hecho algunas entrevistas y el trato siempre ha sido muy cordial. A veces me toca ejercer como jefe de expedición cuando el equipo se mueve fuera (este verano, por ejemplo, viajó para representar al Málaga en la Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional y este fin de semana se desplazó con el equipo a San Sebastián para el Real Sociedad-Málaga). Así que estoy contento con mi función.

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