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ATHLETIC 0-REAL MADRID 0

No es sancionable que Ramos se quitara la máscara para rematar y hubiera valido el gol

No está dentro de la indumentaria obligatoria. Es como si un portero llevara gorra y se la quita. Luego Sergio no cumplió ninguna ilegalidad en el saque de esquina.

No es sancionable que Ramos se quitara la máscara para rematar y hubiera valido el gol
VINCENT WESTREUTERS
ASTV

Mucho debate se ha generado acerca de la imagen de Sergio Ramos quitándose su máscara cuando subía en San Mamés a rematar un saque de esquina. El central madridista estaba pegado a Raúl García en la acción quitándose la protección justo en el momento del golpeo del córner. Imagen que ha recorrido el mundo entero. 

La duda que ha generado es si este gesto era motivo de sanción. El hecho de desprenderse de la careta y el riesgo que pudiera conllevar por si golpea a un rival, empezando por el propio Raúl García.  Pues bien según fuentes arbitrales consultadas por el AS, el gesto de quitarse la careta de la cara no es motivo de ninguna sanción disciplinaria. La clave radica en que la careta no está dentro de la indumentaria obligatoria que establece la propia International Board. Dentro de la misma se contempla camiseta con mangas, pantalón, medias, espinilleras y el calzado deportivo.

Por tanto, si hubiera marcado, dado que Sergio Ramos ha sido muy proclive a ello en pasada temporadas, no este año todavía, el gol hubiese sido perfectamente legal.

Una comparación explica mejor esta situación. Y se trata de la gorra que antiguamente llevaban los porteros para protegerse del sol. Si en un momento determinado y en mitad de una jugada decidiera quitársela, aún cuando hayas rivales cerca, nunca este gesto es motivo de sanción.
Otra cosa bien distinta es si en el gesto o en la acción donde se despoja la careta, ésta acabara golpeando a un rival. Entonces la acción es motivo de ser enjuiciada por el colegiado como cualquier otra acción punible. Y puede ir desde señalar la infracción hasta, si llegado el caso da pie a ello, poder ser amonestado. Pero lo cierto y verdad es que no cumplió ninguna anormalidad Sergio Ramos cuando decidió despojarse de la careta, que le protege su tabique nasal, en la Catedral.

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