La noticia de la enfermedad de Berizzo (sufre un cáncer de próstata) ha dejado helado el vestuario del Celta. Los jugadores todavía están en shock por la delicada situación que atraviesa su ex técnico. Porque Berizzo fue más que un entrenador para ellos, fue el predicador que les hizo creer en lo imposible. Cómo él mismo decía, “seguiremos insistiendo tanto que alguna vez golpearemos la puerta tanto que caerá”. Así, con esa actitud, alcanzaron dos semifinales de Copa y una de Europa League. Así fueron los únicos, y todavía lo son, capaces de que Zidane hincase la rodilla, capaces de que Mourinho se rindiera a sus pies, de que Simeone no supiera reaccionar... Esa mentalidad positiva, que tan importante será ahora para el Toto, quedó impregnada en este Celta. Por eso hoy tienen tantas ganas. Quieren derribar la puerta del Leganés para honrar a Berizzo (sigue el partido en directo en As.com).
La necesidad del Celta en este partido no es sólo emotiva. Unzuélo calificó como el encuentro más importante y más difícil en lo que va de temporada. Quizás exageró un poco, pero lo cierto es que la bicicleta celeste necesita coger impulso antes de las duras rampas de diciembre. Barça, Valencia, Villarreal y Depor antes de Navidad. Casi nada... El turrón puede ser más dulce que nunca o atragantarse antes de tiempo. Y buena parte de ello dependerá del partido de esta noche, pues perder supondría un gran batacazo, entrar con la rueda pinchada en pleno Tourmalet.
Bloque. Unzué no hará ninguna revolución. El único cambio que se prevé será obligado, Fontàs por el lesionado Sergi Gómez. El resto del equipo será el habitual, con Aspas y Maxi en punta de ataque.