Sabin Merino confía en poder revertir su ostracismo
En caso de persistir su suplencia valoraría una cesión en enero para sumar minutos y no frenar sus progresión. Acaba contrato en junio de 2019 y tiene muchas facultades.
Sabin Merino no atraviesa su mejor momento en el Athletic. Su bagaje hasta la fecha es residual, no entra en la rotaciones y su producción este curso, pese a la disputa de tres competiciones, se reduce a apenas 160 minutos. A sus 25 años padece una situación inesperada, ya que, a pesar de entrar en la mayoría de las convocatorias, se limita a calentar en la banda.
Un Sabin Merino que desea jugar y de momento se le resiste con Ziganda, que confía más en Aduriz, Williams o Raúl García de nueves, y en otros extremos. El delantero de Urduliz no termina de despegar y, en caso de persistir esta constante (tan solo Aketxe, con 138 minutos, y Kike Sola, con sus 60 de la Copa, han tenido menos presencia), se plantearía una cesión en el mercado invernal. Una idea que madura el jugador y que todavía no se ha planteado por parte del club, consciente de que con cuatro lesionados tampoco es que la plantilla sea muy extensa para suplir cualquier eventualidad.
El Panathinaikos griego preguntó por Sabin Merino el pasado mercado invernal, pero en ese momento contaba para Valverde y no se sondeo la posibilidad de aceptar la propuesta. Sabin acaba contrato el 30 de junio de 2019, por lo que le resta año y medio de contrato. Se trata de un punta de mucho talento, con zancada, velocidad y golpeo con las dos piernas. Tiene el gol en las venas como demostró en las inferiores, aunque se le acusa de ser algo blando e irregular. Espera revertir este ostracismo.
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