El Madrid, uno a uno: Asensio está de vuelta, Theo quiere más
El balear marcó el 2-0 y 'asistió' en el tanto en propia puerta del Eibar para el 1-0. El lateral, muy entonado en ataque, con presencia constante.
Kiko Casilla: muy seguro, el Eibar le puso en pocos aprietos, pero él los solventó todos sin problemas. Su acción más destacada, una falta del conjunto armero al primer palo, por sorpresa, ante la que el meta reaccionó rápidamente. También acertado en una de las últimas jugadas, ante un tiro de Inui. Le viene bien dejar la puerta a cero en uno de los pocos partidos de que disfruta; le permite transmitir que hay alternativa a Navas en el banquillo.
Nacho: intentó proyectarse en ataque en el primer tiempo, sin demasiado éxito. En defensa Jordán e Inui dieron trabajo por ese costado, pero lo resolvió bien. Le quitó el sitio en el once a Achraf y volvió a demostrar que, donde le pongan, cumple con creces.
Varane: una versión mejorada del francés respecto a los últimos partidos, donde se le había detectado blando en algunas acciones de central puro. Cortó con muchos reflejos balones peligrosos y se impuso en la mayoría de duelos a un Inui hiperactivo. Cuando sale con el balón en los pies se le ve la clase, pero convendría que vigile los adornos y lo haga fácil.
Ramos: también atinado en defensa, como Varane, y se dio el gusto además de incorporarse al ataque en más de una ocasión. El 1-0 lleva casi su sello, pues él pugnaba con Paulo, quien se introdujo el balón en su propia portería finalmente.
Theo: en los primeros minutos se empeñó en las jugadas personales sin ningún acierto; lo suyo no es driblar, sino correr al espacio. Y, cuando se dio cuenta, creó mucho peligro. Con metros y una punta de velocidad envidiable, puso varios centros estimables que no encontraron rematador, pero que inquietaron al Eibar. En un Madrid de centrocampistas, su aportación por fuera se antoja importante. Participó, junto a Benzema y Marcelo, en la jugada del 3-0.
Casemiro: juega sin freno y ayer no le costó la expulsión, aunque probablemente debió. Primero se llevó una amarilla justa por protestar al árbitro, previa discusión acalorada con Charles; y luego cometió un penalti sobre Inui que el colegiado se tragó y que hubiese podido acabar en el 2-1. Le falta ponerle algo más de cabeza a unas condiciones excepcionales; va al límite y de, momento, la suerte con los árbitros le acompaña. Pero no será eterna, cuanto antes lo corrija, mejor. Eso sí, se infló a recuperar balones: 13, sólo dos menos que Kiko Casilla.
Modric: de menos a más, empezó tímido y acabó presente en ataque, dirigiendo las operaciones desde la frontal y con un porcentaje de pases bueno: 63 pases correctos de 70 totales, 90%. No está a su mejor nivel, pero aun así es fundamental para el Madrid si el equipo blanco quiere llevar el peso de los partidos. Dejó como imagen del partido un precioso caño a Jordán, previo a un tiro desviado.
Ceballos: sus números hablan de un buen encuentro del sevillano: 59 pases buenos de 64 totales (92%), sólo seis balones perdidos y cuatro recuperaciones. Las sensaciones fueron distintas: empezó algo perdido, pero con el paso de los minutos se entonó y dejo buenas imágenes de circulación, combinando con Isco y Modric. Su debut como titular en el Bernabéu confirma que tiene mucho talento, aunque todavía puede mejorar su integración en el equipo. Paso a paso. Dejó el sitio a Lucas en el 71’.
Isco: el malagueño pudo irse con dos goles tras otros tantos mano a mano, pero no anduvo fino en la definición. El portero del Eibar le negó el tanto ambas veces. De los jugadores de la medular, fue el más acertado: constante con el balón, bajando hasta la zona de Casemiro para sacarlo cuando era necesario y buscando constantes combinaciones con Nacho y Theo (sobre todo con el francés) por los costados. Ahora mismo es el timón del equipo, imprescindible. Dejó el sitio a Marcelo en el 71’.
Asensio: regresó al gol tras casi dos meses de sequía y lo hizo acompañándolo con un buen encuentro: le dio dos balones de gol a Isco que el malagueño no aprovechó y puso el centro del 1-0, asistencia para el gol involuntario de Paulo. Se le vio mucho mejor que en partidos anteriores, con desborde y disparo. Su definición en el 2-0, por mucho que Dmitrovic fallase (que falló) fue estupenda, con un tempo perfecto para volear al botepronto. Dejó el sitio en el 63’ a Benzema.
Cristiano: lo buscó con ahínco y hasta desesperarse, pero el gol no llegó. La mejor opción llegó en la segunda parte, cuando se plantó delante del portero del Eibar y remató al muñeco. No está del todo a gusto en su posición de nueve, donde toca menos balón del que acostumbra, pero esas ganas desaforadas por marcar no le vienen bien. De hecho, le hacen caer en fueras de juego recurrentes que le desactivan como peligro para el contrario. Cuando encuentre un partido plácido y la calma para definirlo, recuperará sensaciones.
Benzema: entró en el 63’ en lugar de Asensio y lo hizo para desperdiciar una buena ocasión, tras un mano a mano de Cristiano en el que Dmitrovic despejó el balón. Pero justificó su presencia con la jugada del 3-0, en la que combinó con Theo y Marcelo para acabar asistiendo al brasileño. La grada mostró su división de opiniones respecto al francés; sigue sin ser un killer, pero tiene virtudes que el Madrid necesita.
Lucas Vázquez: salió por Ceballos en el 71’ y sus primeros intentos de regate fueron infructuosos; se entonó con el paso de los minutos y acabó sirviendo un buen balón a Cristiano que el portugués no aprovechó. Quiere sacar partido de todo lo que le caiga y eso habla bien de su entrega y compromiso; mientras sigue buscando la chispa adecuada, demostró que siempre aporta algo.
Marcelo: suplente para que jugase Theo tras varios partidos en los que dejó ver una versión poco afinada, el brasileño salió en el 71’ por Isco. Se colocó como interior y le dio para marcar el tercero, tras una buena jugada forjada entre él, Theo y Benzema.