Empate que roza la ilegalidad
El equipo de Quique sigue sin saber dominar el partido, someter a su rival desde el juego, aunque tiene tanta calidad que su gol rondó el área levantinista.
Undiano ‘Fallenco’. Undiano Mallenco, o Fallenco, si nos remitimos a la jugada clave del partido, que sucedió en el minuto 82. Un espectacular centro de Aarón lo remató Gerard a la red. Tan impecable fue el cabezazo como confusa la falta que señaló el navarro por un supuesto empujón del canterano: en las cinco repeticiones que ofreció Bein LaLiga no se apreció el desplazamiento, aunque sí es cierto que el pichichi perico tenía las manos en la espalda del contrario. Un gol que no subió, que mereció el Espanyol y que, por lo visto, solamente rozó la ilegalidad.
Las de Leo. Esa fugaz jugada fue tan determinante porque el Espanyol sigue sin ser capaz de romper defensas cerradas, muros de hormigón, como lo fue el del Leganés en la segunda jornada o el de este aseado Levante, un equipo ordenado y con peligro en sus contraataques. El equipo de Quique sigue sin saber dominar el partido, someter a su rival desde el juego, aunque tiene tanta calidad que su gol rondó el área levantinista. Sobre todo la figura de Leo Baptistao fue decisiva, quien erró dos ocasiones del área que cualquier delantero que huele el gol como una hiena la sangre las hubiese anotado.
Impronunciable. El gol anulado de Gerard y los errores del ítalo-brasileño fueron las noticias del Espanyol en ataque, en un encuentro que propició el debit en Cornellà-El Prat de Sergio Sánchez, el atrevimiento de Quique al sustituir a Fuego por Granero y a unos prolegómenos que amenizaron un viernes cualquiera. Espectacular show de Biemldlfkk, tan impronunciable como el propio partido de después, competido entre las áreas, con mucho discurso pero con pocas conclusiones.
Pinceladas. Comentó Quique en la previa que cada Liga tiene su lógica, y así como el curso pasado el Espanyol ganaba habitualmente ante los rivales más asequibles y caía ante los poderosos, en este puede ocurrir algo diferente. Ojalá la apreciación del técnico se cumpla con una victoria la semana próxima en San Sebastián. El equipo necesita ese empujón, volver a sumar de tres para asentarse entre las diez primera posiciones. Ya no valen procesos.