Lopo se suma “al otro fútbol” a sus 37 años
Debutó el sábado en el Pubilla Casas de Tercera Catalana. “Soy humilde, de barrio y no se me van a caer los anillos por esto”, comentó el jugador.
Soy una persona de barrio, humilde... Y no se me van a caer los anillos”, se arranca Alberto Lopo, jugador de Espanyol, Deportivo, Getafe y Nàstic, con 409 partidos en Primera y, ahora, mediocentro del Pubilla Casas de L’Hospitalet a sus 37 años. Sí, es Tercera Catalana. El pasado fin de semana debutó con una victoria por 4-3 ante el Sector Montserratina de Viladecans. “Es el otro fútbol. No hay asistentes y el árbitro lo pasa mal. Pero estoy aquí para disfrutar y jugar con mis amigos”, reflexiona.
El central decidió colgar las botas el pasado invierno después de su última etapa en el Nàstic (tan solo jugó cinco partidos de Liga y dos de Copa del Rey). Sin embargo, sus amigos de toda la vida le animaron a compartir vestuario en este campo a escasos metros del Camp Nou. “Me lo tomo como un hobby y es una manera de seguir activo, de mantenerte en forma. Nos lo pasamos bien”, advierte, mientras continúa con su formación como entrenador: “Jugaré hasta noviembre. Luego tengo que irme a cursar el título nacional de entrenador, pero ya me ha dicho el técnico que puedo volver a jugar cuando regrese”.
Lopo se mantiene en el Cadete A del Espanyol como auxiliar, unas prácticas que le sirven para seguir formándose. “He estado 18 años entrenándome. Todo tiene un principio y un final, pero considero que es bueno seguir haciendo cosas y manteniéndose en forma, no es bueno parar de golpe. También va bien para la cabeza”, soslaya, aunque reconoce que se pone metas como entrenador: “No es una obsesión. No me planteó que ofertas me saldrán ni dónde acabaré. Todo tiene un proceso y hay que ir día a día y esperar qué oportunidades pueden surgir”.
Sigue la actualidad del Espanyol el exfutbolista, ligado al club sentimental y profesionalmente. Hay un dato que le hace sentirse “orgulloso” de la plantilla. “Es una alegría enorme ver que hay hasta 12 canteranos en el primer equipo. Es muy bonito empezar desde la base y llegar arriba, además que puedan coincidir en la plantilla jugadores que han crecido juntos”, explica Lopo, quien ya vivió este tipo de situaciones con otros jugadores de su generación que también llegaron a Primera. Y también tuvo elogios para Quique Sánchez Flores: “Aunque no lo conozco, es un hombre que sabe gestionar el grupo y eso a día de hoy es fundamental”.