Urrutia saca adelante las cuentas y presupuesto con un 79%
El presidente del Athletic aseguró en la Asamblea General Ordinaria que el club bilbaíno "fuera genera admiración y cierta envidia callada" por su singular filosofía de "jugar con gente de la tierra".
En la Asamblea Ordinaria de ayer en el Euskalduna, con casi mil compromisarios (entre ellos San José e Iturraspe), se aprobaron las cuentas de la campaña pasada, con un superávit previsto de 18 millones que se disparó a 27 por el aumento en los ingresos en la Europa League, una partida superior a lo marcado en el capítulo de televisión e incluso por la cesión de la plaza del Bilbao Athletic en Segunda. Se han incrementado los gastos en 1,3 por anticipar amortizaciones de futbolistas para esta campaña. Tras liquidar el Impuesto de Sociedades, el neto se queda en 21,4 millones.
En el tono de las réplicas se notó que ha entrado gente nueva en la platea. Para la actual campaña se bajan los ingresos, ya que la junta trata de ser conservadora: se van a 11,3 millones. Confirmaron que los txapelgorris (empleados en San Mamés y Lezama) se han externalizado, para evitar costes económicos y administrativos, y la plantilla absorbe un 67,5% del presupuesto, es decir 68,9 millones (62,5 el primer equipo) sobre los 102 del total. Se han invertido 6,5 millones en Lezama, dos en el nuevo museo y 33 en fichajes. Falta por amortizar unas cantidades en esas contrataciones: de refuerzos 5 de Raúl García, 3 de Capa, 2 de Beñat y 300.000 de Rico. En la era Urrutia se ha pasado de un patrimonio negativo de cuatro millones a, cuando concluya la temporada actual, 145, tras inversión de 90 en infraestructuras y los citados 33 en jugadores.
El club espera alcanzar los cuatro millones de ganancia con los palcos VIP este curso. Como estaba cantado, se mantienen inamovibles nuevamente la cuotas a los socios y habrá un bono para los dos medios días de ayuda al club ante Barça y Madrid. Un tema recurrente es: ¿cuándo se va a cobrar el traspaso de Aduriz al Mallorca de 2008? El club balear entró en concurso de acreedores y los 2,5 kilos que restaban por abonar se quedaron en la mitad. Una cifra que se fue fraccionando cuando estaban en Primera; pero fueron cayendo de categorías y el acuerdo se paralizaba si bajaban a Segunda B, justo donde están ahora. Se abonaron 593.000€ y el Athletic no verá ni un céntimo más mientras no vuelvan a fútbol profesional.
Un grupo formado por 156 compromisarios logró introducir un punto extraordinario en el orden del día, la tercera ocasión que ocurre: proponer activar en la web una herramienta para adherir nuevos puntos al orden del día a través de una firma digital. Este punto encontró un amplio debate. La directiva no vio oportuno avanzar porque se trataría de interpretar lo que los estatutos dicen al respecto y no hay garantías jurídicas para hacerlo en sentido afirmativo. Defendió con firmeza no tocar los estatutos. Urrutia se molestó ante el tono empleado por un integrante del grupo: “Si hay cualquier fechoría que haya podido hacer, lo puedes exponer”. Finalmente se tumbó la iniciativa por un margen de 124 votos.
También hubo encendidas quejas sobre los altos precios de las camisetas oficiales. Urrutia y su gente lograron un apoyo similar al del año pasado (79% frente al 87% de 2016, el más bajo fue el 74% de 2015). Las cuentas salieron adelante con 563 votos favorables y 121 negativos; y el presupuesto, con 569-116. La firma electrónica se derribó con 264-388.
El mandatario también realizó un repaso, en tono eufórico, de la trayectoria en estos doce meses (confesó que le sorprende que se mantengan dudas en su proceder tras seis años) y echó mano de lo singular que es el club que dirige. "Casi todas las decisiones que adoptamos poseen elementos económicos, deportivos y de identidad. El Athletic es un conjunto de todas nuestras respuestas con la marca de la diferencia. Solo podemos ser singulares si metemos en nuestras decisiones elementos que no meten en la coctelera los demás. Somos una apuesta maravillosa y un milagro que nos reta cada día a ser mantenido, hay que protegerlo; fuera hay admiración y cierta envidia callada por nuestra apuesta". Por último reincidió en un discurso habitual: "Acertaremos y nos equivocaremos pero siempre desde la honradez y la honestidad. Me siento en deuda con el Athletic y así lo sentiré eternamente". Igualmente, se puso serio con el 'caso Diarra', jugador malí incorporado con mucha polémica; sigue erre que erre con un asunto que se salta la normativa en la entidad: "No se puede poner en duda la filosofía por un uno por ciento en el que tenemos opiniones diversas. Nadie nos puede achacar ni probar que aparezca en un club navarro convenido de Osasuna y al año siguiente, del Athletic".
