NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ESPANYOL

Los cambios de sistema no le dan rédito a Quique

El curso pasado ya cayeron en Madrid y Vila-Real. El equipo sí demostró tener un plan B el domingo en el Bernabéu, lo que mejoró el curso anterior.

BarcelonaActualizado a
Los jugadores pericos.
CHEMA DIAZ

Sorprendió el Espanyol en el Bernabéu con un cambio de sistema, provocado principalmente por las bajas de última hora de Víctor Sánchez y de Pablo Piatti. Quique Sánchez Flores renunció a uno de sus principios como entrenador perico, ese 4-4-2 que siempre ha ejecutado su equipo sobre el césped. Aunque los esquemas son líquidos, y mutan en función de las situaciones del juego, se pudo apreciar como en el Santiago Bernabéu los blanquiazules desempeñaron un 4-5-1, con Gerard Moreno como único delantero y tres mediocentros prácticamente en línea como Javi Fuego, Marc Roca y Sergi Darder.

No es la primera vez que el técnico cambia su fisonomía inicial. Los dos últimos precedentes se remontan a la segunda vuelta de la campaña pasada, cuando Quique optó por un 4-1-4-1 en el Bernabéu y por un 4-2-3-1 en Vila-Real. Aunque ambos encuentros fueron distintos, el resultado es el mismo que el que se consiguió el domingo en Madrid (2-0). No le dan rédito los cambios de sistema al Espanyol.

A diferencia del curso pasado, el Espanyol mostró otra cara el domingo. Al menos ejecutó un plan B tras el descanso que estuvo a punto de poner el 1-1 en el marcador. El equipo pasó al 4-4-2 en el segundo acto. El curso pasado finalizó el encuentro con un 31% de posesión, mientras que el pasado domingo alcanzó el 36%. El cambio entre ambas partes es clarividente. La cara A del Espanyol, en la primera mitad, logró una posesión del 28% mientras que en la segunda mitad fue del 44%.

Pero no solo del balón vivió el Espanyol, sino que también encontró profundidad gracias a que fue más valiente, ya que durante todo el encuentro pisó en diez ocasiones el área del Madrid mientras que la temporada anterior únicamente fueron tres. De estas diez llegadas, siete fueron en la segunda parte, cuando el equipo con Leo Baptistao, Gerard, Sergio García y Marc Navarro encontró más opciones de atacar. Rozaron el gol y evidenciaron que sí hubo un plan B.