En la temporada 2015-16, Pau López fue el portero titular del Espanyol (y el que más goles recibió en la historia blanquiazul). Pero hubo dos encuentros que no disputó. El más sonoro fue el del Bernabéu. El 28 de enero, Giedrius Arlauskis llegaba cedido procedente del Watford, petición expresa del técnico Constantin Galca, al que no le gustaba al canterano. Tres días después, el meta superaba a Pau y debutaba como titular ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Arla apenas hablaba castellano ni había iniciado una relación con sus compañeros, al completar únicamente dos entrenamientos. La decisión asombró al vestuario y no pudo ser un debut más amargo.