Aunque no es el responsable de las bajas de Camacho, Sandro o Fornals ni quien decidió no fichar, por ejemplo, a Javi García, quien está en el foco en Málaga es Míchel (sigue el partido en directo en AS.com). El arrebato de furia de su equipo la pasada semana ante el Athletic demostró que los jugadores siguen creyendo en su mensaje y no le han abandonado. Gracias a esos minutos finales con Rolan, nuevo héroe de Martiricos, al mando de las operaciones, sigue en el cargo. Pero el nivel de dificultad aumenta unos grados su porcentaje. Hoy visita el Sánchez Pizjuán, estadio que le conoció como técnico y en el que no triunfó víctima de un proceso de renovación que todavía no había concluido.
El Sevilla ahora es un club estable pese a conocer entrenadores y plantillas distintas casi cada año. Ocupa el cargo Berizzo, amante de las rotaciones masivas que en ocasiones convierte en diabólicas. Pasó en la primera jornada ante el Espanyol (1-1), pero el argentino no va a variar su plan por más que perdiese su condición de invicto en el Wanda. Ayer no tuvo problema en decir que su idea es que Ben Yedder no sea titular porque hay que arropar y recuperar a Muriel. Dejar sentado a un jugador que viene de hacer un hat-trick parece ir contra la ley no escrita más sagrada. Son las reglas del nuevo fútbol. El Sevilla también le dará la vuelta al centro del campo. Nzonzi y Banega podrían terminar en el banquillo y dar paso a Pizarro y Krohn-Delhi o Sarabia, que ya ha jugado de interior este curso. Míchel matizará el dibujo y dispondrá un 5-4-1 en el que podría mantener a su hijo Adrián pese a la crítica severa de La Rosaleda. A Rolan, uruguayo de raza, le cuentan qué hacía Darío cuando visitaba Nervión... En Málaga siempre es más partido.
Somos Andaluces
Sevilla y Málaga han impulsado Somos Andaluces, iniciativa que engloba una serie de actos. El himno de Andalucía sonará antes del partido. Además, no sólo se recordará a Antonio Puerta en el minuto 16. Tres minutos antes y coincidiendo con su dorsal, se hará lo propio con Gallardo. Este guardameta malagueño falleció en 1987 días después de un choque en un partido ante el Celta en Balaídos