Esnáider, el Gardel de La Romareda es pionero en Japón
El argentino fue fichado como gran promesa del Real Madrid pero dejó su mejores temporadas en Zaragoza y el Atlético. Ahora, entrena en el fútbol japonés.
Juan Eduardo Esnáider es un futbolista que nació en Mar del Plata el 5 de marzo de 1973. Con 17 años, el marplatense tuvo su primera oportunidad en Primera División con Ferro Carril Oeste. Era un 2 de septiembre de 1990. Esa misma temporada, Esnáider destacó lo suficiente para entrar entre las mejores promesas del país y disputó el Sudamericano Sub-20 donde se erigió como uno de los mejores jugadores del torneo (tercer máximo goleador con dos tantos empatado con Elber).
Sus actuaciones en Liga y en el Sudamericano sub-20 le valió para que el Madrid se fijase en él y le trajese al fútbol español. En el Real Madrid, no encajó demasiado bien. Estuvo cuatro años alternando el primer equipo con el Castilla. Con la primera plantilla jugó apenas 10 partidos antes de marcharse al Zaragoza, eso si, tras ganar la Copa del Rey.
En su primera temporada en Zaragoza, todo cambió. El argentino encontró su lugar en el once de Víctor Fernández y participó activamente en una temporada en la que el Zaragoza consiguió ganar la Copa del Rey (en penaltis contra el Celta de Vigo). Esnáider hizo 13 goles en 29 partidos y se convirtió en uno de los ídolos de la afición maña que le apodó el Gardel de La Romareda, en honor al célebre cantante y compositor de tangos.
La 94-95 fue aún mejor para Esnáider. Participó hasta en 32 encuentros haciendo 16 goles y siendo clave para que el Zaragoza lograse el segundo título europeo de su palmarés, la Recopa de la 94/95. Esnáider fue uno de los goleadores, junto a Nayim, que hicieron de la noche del 10 de mayo de 1995 una de las más felices de los aficionados zaragocistas. En el 67, el argentino clavó una volea antológica para adelantar al Zaragoza que Hartson se encargaría de empatar para el Arsenal en el 75, gol que acabaría provocando la prórroga. Cuando todo estaba encaminado hacia la tanda de penaltis, Nayim se inventó una vaselina desde un poco más adelante del mediocampo para batir a Seaman y ganar la final del parisino Parque de los Príncipes. Una de las noches más aciagas de la carrera de Seaman, por cierto.
En el Manzanares, volvió a encontrar su mejor nivel. Esa temporada fue el delantero titular del conjunto de Radomir Antic donde hizo 16 goles entre todas las competiciones pero es recordado por el que no consiguió. El Atlético disputaba la vuelta de los cuartos de final de la Champions League contra el Ajax en el Calderón y Esnáider marró un penalti que era, prácticamente, la sentencia para los neerlandeses y mandaba a los rojiblancos a semifinales. Después del fallo, fue sustituido y esto provocó una bronca con Antic que aceleró la salida del argentino al Espanyol.
En el Espanyol continuó en buena forma. Tanto, que la Juventus le fichó como sustituto de Alessandro Del Piero, que tuvo una grave lesión. El argentino no pudo triunfar en Turín, ya que varias lesiones le alejaron de su mejor nivel. Solo se le pudo ver en seis ocasiones vestido como ‘bianconero’ antes de su vuelta a Zaragoza.
Esnáider llegó cedido a La Romareda a mitad de la 2000-01 y sus 11 goles fueron clave para sacar al club maño del descenso y además, ganar otra Copa del Rey. Aunque la experiencia fue agridulce debido a su mala salida del club después de ser expulsado en el último partido de Liga contra el Celta, de vital importancia para la permanencia. A pesar de todo, sigue siendo un ídolo en la ciudad del Ebro.
Ese fue el último año a buen nivel de Esnáider, que acumuló dos cesiones al Oporto y a River antes de llegar libre al AC Ajaccio francés, donde apenas jugó por las lesiones. Su última oportunidad se la dio el Real Murcia, donde no destacó en su ‘último tango’ en el fútbol español. Para poner fin a su carrera, disputó seis meses en Newell´s Old Boys poniendo fin a su carrera en su país natal.
En 2008 se tituló como entrenador y, antes de recibir su primera oportunidad en los banquillos, fue comentarista en Aragón TV en las retransmisiones de partidos de Primera. En 2009, acompañó a Míchel como asistente en Getafe acercándose al que iba a ser su futuro más próximo. En 2011, el Real Zaragoza le volvió a dar su primera oportunidad con el filial, al que mantuvo en Segunda B pero que dejó al final de temporada, esperando hasta 2013 para volver a un banquillo profesional. El Córdoba le contrató a mitad de temporada pero decidió no renovarle.
Su última oportunidad en España fue en Getafe. El equipo azulón le contrató después de destituir a Escribá, que tenía al equipo en puestos de descenso tras 32 jornadas. El Getafe de Esnáider peleó hasta la última jornada a la que llegaba casi salvado (era decimoséptimo) pero donde los resultados (la victoria del Sporting en Villarreal y su derrota en el Villamarín) le condenaron a bajar a Segunda.
En Getafe mantuvieron la confianza en Esnáider pero, después de sumar solo 6 puntos (una victoria, tres empates y tres derrotas) en las siete primeras jornadas, fue destituido.
El argentino tardaría pocos meses en encontrar un nuevo banquillo. Fue en el JEF United Chiba de la Segunda División Japonesa, un histórico del fútbol japonés (fundado en 1946) en horas bajas que trata de volver a la máxima categoría del balompié nipón con otro viejo conocido de LaLiga en sus filas, Joaquín Larrivey.