Aboubakar somete al Mónaco
Un doblete del delantero (31' y 69') y otro gol de Layún (89') dan la primera victoria al Oporto en el grupo G. El Mónaco, en el que se accidentó Falcao, sin ideas ni puntería.
EI Oporto de Casillas aplastó al Mónaco en su propia casa, con un doblete de Aboubakar y un partido sobrio y sólido del portero madrileño, que respondió con mucha seguridad las pocas veces que fue exigido.
La noche en el Lois II fue de los delanteros del Oporto, que demostraron por primera vez en Champions el mismo poderío ofensivo que hicieron del equipo del Dragao líder con pleno de victorias de la liga portuguesa en esta temporada.
El Mónaco comenzó presionando al Oporto desde principio, con un Lemar y Falcao protagonizando las principales ocasiones de ataque y complicando la vida de Casillas. El portero español no tardó ni tres minutos para comenzar a trabajar, haciendo una buena parada con un tiro cruzado de Falcao desde dentro del área. Cinco minutos después, Diakhaby finalizó de cabeza un centro de Lemar al travesaño.
Pero a partir de los diez minutos, el Oporto pasó a igualar el partido y llevar mucho peligro con la calidad de Danilo por el medio y la potencia y explosión de su pareja de ataque formada por Marega y Aboubakar. Aboubakar se estrenaba en esta Champions con el Oporto. Perdió el debut del equipo por una roja que recibió en el último partido del Besiktas, su exequipo, en la competición de la temporada pasada. Y comenzó su historia europea con el equipo del norte de Portugal con el pie derecho. Literalmente.
A la media hora exacta de partido, Alex Telles sacó en largo de banda, directo al área, Aboubakar venció el duelo de cabeza y el balón cayó para Danilo en la marca de la cal. El internacional portugués controló la pelota con el pecho y remató de primera un zapatazo que Benaglio paró como un gato. El rebote, ya en el área chica, cayó para Aboubakar, que soltó una bomba que el guardameta suizo logró parar con otro milagro. Para la suerte del camerunés, el balón cayó de nuevo en sus pies, a 30 centímetros de la línea de gol. Con la punta de la bota derecha, el delantero pateó con potencia, para evitar el tercer milagro de Benaglio.
Como si no bastara el dominio del Oporto, el Mónaco vivió un momento de susto con su mejor jugador. En una disputa de balón con Sergio Oliveira, Falcao acabó chocando cabezas con el futbolista portugués y cayó en el suelo sangrando profusamente por la ceja izquierda. El delantero tuvo que ser atendido por los médicos del Mónaco y volvió con un vendaje en la cabeza.
La presión del Oporto siguió. Marega perdonó un tiro cruzado en el 37’ y en el 42’ Brahimi casi marca el segundo después de otra buena combinación entre Danilo y Marega, que puso al portugués en excelente posición para centrar desde la derecha después de una gran pared. El balón llegó a los pies del mediapunta argelino, exjugador del Granada, que remató raso y rozando al palo derecho de Benaglio.
El Mónaco volvió enchufado para la segunda parte, pero aunque que tuviera más posesión, no lograba transformarla en ocasiones de peligro. Tanto que la primera jugada clara de gol fue del Mónaco, tras una arrancada de Marega que intentó un control orientado con el pecho después de un lanzamiento largo de Brahimi, pero le salió un poco adelantado y le dio tiempo a Jemerson y Jorge evitaren un gol que parecía inminente.
Con la defensa bien impuesta, el Oporto obligaba al Mónaco a apelar a los balones largos, que nunca terminaban de encontrar su destino, Falcao. En las dos o tres ocasiones que encontraron, el balón llegó con demasiada potencia que colombiano no fue capaz de dominarlos.
En una de estas pérdidas del balón en ataque salió la jugada del segundo del Oporto. Brahimi robó un balón ante su propia área, levantó la cabeza y vio a Marega arrancando por la derecha. El argelino sacó un pase espectacular de más de 30 metros para el delantero maliense que entró en el área con velocidad y centró raso para Aboubakar que venía como un cohete para marcar su doblete.
El Mónaco se hundió y fue sólo una cuestión de tiempo hasta que el Oporto marcara el tercero. Después de una buena jugada de Reyes por la derecha, el balón sobró para Marega dentro del área que remató para una excelente parada de Benaglio. Ante una defensa catatónica, Marega volvió a intentar hasta dos veces hasta que el rebote sobrara para Layún que, libre de marcaje a la izquierda del área, remató sin problemas para cerrar la victoria de los portugueses.
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