El Betis de Quique Setién pasó por encima del Levante en una segunda parte eléctrica, de pim-pam-pum, y se encarama a la quinta plaza de la clasificación, un lugar en el que no estaba hacía ya casi cinco años, después de lograr su tercera victoria seguida, para lo que ha tardado casi seis. Los granotas sufren su primera derrota de la temporada, pero vaya derrota. Plantados a la perfección hasta el 1-0, se descompusieron después.
Para nada hacía presagiar ese desenlace una primera mitad de escaso peligro y papeles adjudicadísimos, con el Betis intentando armar desde el toque pero abusando del balón en largo, y con el Levante agazapado y tirando contragolpes, aunque sin precisión y sin efectivos arriba. Escaso peligro granota: apenas una falta provocada por Morales, el más activo, que el especialista Bardhi estrelló en la barrera y un balón de Pedro López que Álex Alegría cabeceó muy alto.
Le costaba también entonces al equipo de Setién, que había sacado un dibujo inusual, con dos delanteros, y una banda 'ciega', toda prácticamente para Barragán. Lo intentó mucho el lateral, pero le salió mejor cuando Joaquín le ayudó en la posición natural de extremo. El portuense lo intentó desde fuera del área, Sergio León mandó un balón a la escuadra (por fuera) y Fabián aprovechó un barullo en el área para chutar en semifallo. Ni Raúl ni Adán no tuvieron que intervenir en todo el primer tiempo, más allá de algún balón aéreo.
La decoración cambió en tres chispazos, empezando por otra obra de arte de este Betis que está acostumbrando a dejar goles para los resúmenes. Trenzaron por la derecha Barragán, Guardado, Sergio León en la posicion de extremo (se pidió fuera de juego) y, finalmente, Sanabria remató de cabeza en el segundo palo, como en el Bernabéu (1-0, 47').
Lejos de animarse, el Levante se dio la vuelta, del orden extremo a casi el caos atrás. Lo aprovecharon Fabián (otra vez muy bien el chaval, como en Madrid) para fabricarse el 2-0 en una gran arrancada desde atrás (2-0, 55') y Sergio León, premio a su gran partido, empujando una contra conducida por Durmisi (3-0, 65').
Nahuel y Tello, que habían salido de refresco, pusieron a prueba a Raúl y Sanabria terminó la fiesta al completar su doblete en otra buena jugada de Fabián. El Villamarín terminó entre olés y haciendo la ola, de una fiesta que no se recordaba hacía ya un lustro. Queda muchísima Liga, pero Setién ha devuelto el orgullo a los aficionados verdiblancos, que vuelven a entonar después de seis jornadas y con toda la razón el grito de guerra preferido: 'Musho Betis'.
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